El último balance de vendimia del consejo regulador, con la producción recogida hasta el pasado martes en Ribeira Sacra, puede darse prácticamente por definitivo. Los datos finales apenas diferirán de los 7.237.995 kilos de uva que se habían contabilizado el 15 de octubre. Pero la denominación de origen, al menos formalmente, no pudo dar por cerrada la campaña. A estas alturas, todavía hay tres bodegas que permanecen abiertas.
Las uvas seguían pasando este lunes por la criba de la mesa de selección en la bodega Dominio do Bibei, situada en el municipio ourensano de Manzaneda. En las zonas más altas de la denominación, donde la uva tarda más en madurar, queda alguna que otra viña rezagada. Otros años nadie se arriesgaría a esperar a estas alturas, pero la entrada del otoño fue benévola y los viticultores apuran al máximo esta vendimia.
De los 7,2 millones de kilos de uva recogidos, 6.692873 kilos corresponden a variedades tintas y 7.237.995 son de mencía. La garnacha es la segunda en volumen (382.476 kilos) y el sousón (109.183 kilos) sobresale entre las variedades minoritarias de cultivo tradicional. Su intensidad de color, acidez y concentración de taninos, la convierte en el complemento idóneo para la mencía en muchos vinos.
De uva banca se vendimiaron 545.122 kilos y 422.236 son de godello, variedad cada vez más codiciada por la buena salida de estos vinos.