El jugador reconoce que después de lo que vivió la pasada temporada no esperaba tener la oportunidad de estrenarse en Tercera División. No obstante, sabe que tendrá que trabajar mucho para hacerse con un hueco en el once inicial. «No lo tendré fácil, pero con 18 años tengo que seguir aprendiendo y madurando. Yo me entregaré al máximo y aportaré trabajo, compromiso e ilusión para ayudar al equipo a conseguir sus objetivos», añade el jugador.
Asier no solo está feliz por él, sino también por sus padres. «A mi padre [su progenitor es el exfutbolista Escalza] no lo veía tan contento desde hace tiempo, y me alegro mucho de que esté orgulloso de mí», dice.