Lemos llevaba desde el 2015 tras una operación como la de Celega

c. cortés / T. Longueira MONFORTE, CARBALLO / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

La cooperativa monfortina quería introducirse en la industria de transformación de la leche y garantizarse una vía segura para dar salida a lo que producen sus socios

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Había que darlles aos socios un proxecto prometedor, que collesen outra vez ilusión». así resume el gerente de la cooperativa Lemos el objetivo fundamental de la operación de compra de la antigua quesera Celega. La cooperativa ganadera monfortina empezó a moverse en el 2015 para esquivar los problemas de comercialización de la leche que empezaron entonces para todo el sector y continuaron durante el 2016. Buscaba meter un pie en la distribución y de paso avanzar hacia la transformación para garantizarles a los socios un valor añadido que compense los bajos precios de la leche en origen.

El gerente de la cooperativa Lemos, José Manuel Rodríguez, explica la compra en término poco menos que de supervivencia. «Son ben sabidos os problemas de comercialización do leite que houbo para produtores e cooperativas durante o 2015 e o 2016, -explica-, e tiñamos que darlle viabilidade ao leite que producen os nosos socios». En la dirección de la cooperativa temían que los problemas de rentabilidad acabasen por complicar el relevo generacional y a provocar cierres de granjas.

Cuarto condiciones

Si se inclinaron por Celega fue porque respondía al perfil de empresa que buscaban: económicamente saneada, capaz de transformar la leche en productos derivados de más valor, y con una cartera de clientes que garantizase las ventas tanto como fuese posible.

A esas tres características hubo que sumarle el encaje financiero. «O custe económico tiña que encaixar coa nosa capacidade e a empresa debía ter unha xerencia coñecedora do sector», añade José Manuel Rodríguez. A aligerar ese coste ayuda la alianza con la cooperativa de Bergantiños Coreber, que compartirá con Lemos el control de Celega.

El gerente sigue

Los que serán nuevos propietarios de Celega cuando se firme la escritura de compra tienen intención de mantener en su puesto al gerente de la fábrica, José Antonio Guerrero, y a la actual plantilla de trabajadores. También se proponen continuar con la producción actual de Celega, que comenzó como fábrica de quesos, pero que en los últimos años se dedica fundamentalmente a la transformación de la leche en nata, en concentrado y en otros productos derivados.

En la cooperativa Lemos no descartan estudiar posibles ampliaciones de producción, pero no inmediatamente, sino a medio o a largo plazo.

«Houbo que facer moitos números, pero é unha moi boa operación para todos»

«Houbo que facer moitos número, falalo cos asociados, pero cadran e creo que é unha moi boa operación para todos», asegura Jesús Mato Pose, el presidente de la cooperativa de Bergantiños que acompaña a la entidad monfortina en la compra de Celega. Igual que José Manuel Rodríguez, tampoco Mato ni el gerente de Coreber, Melchor García, quisieron facilitar datos sobre esta operación comercial. Hay, explicaron una cláusula de confidencialidad que no se puede quebrantar.

Los responsables de la cooperativa con sede en el municipio coruñés de A Laracha sí aportan datos sobre la envergadura de Celega. Y es que no es una empresa cualquiera dentro del sector lácteo, ya que factura unos 50 millones de euros al año y tiene en plantilla a unas veinte personas. Es una compañía que vende la mayor parte de su leche a un proveedor de Mercadona. «Este é un dos principais activos que ten para nós Celega. A súa ampla oferta de clientes», argumenta Melchor García Iglesias.

En Coreber tienen claro que el interés de la compra pasaba por asegurar la rentabilidad de sus granjas. «Había que garantir os prezos de produción para os nosos asociados e tamén o futuro das súas explotacións», señaló el presidente de Coreber. Pero también hay un elemento adicional a tener en cuenta: la cooperativa bergantiñana buscaba con ahínco expandir sus tentáculos más allá de la comarca en un mercado tan competitivo y complejo como es el lácteo y el de la producción de piensos. Con la adquisición de Celega, Coreber y Lemos amplían sus mercados en el territorio gallego.

Silencio sobre el coste económico que supone la compra

Celega tiene diferentes compradores, pero opera fundamentalmente con uno de los suministradores fijos de Mercadona. Los nuevos propietarios no quieren pronunciarse sobre esa parte de la actividad de la fábrica de Escairón, al menos no antes de que tomen el control efectivo de la empresa. Tampoco quieren decir cuánto dinero tendrán que pagar para hacerse con la empresa. aunque sí ha trascendido que ellos correrán con el 80% de la inversión y sus socios de Coreber se harán cargo del 20% restante.

El sábado, la cooperativa Lemos anunció que la firma de la escritura de propiedad se llevará a cabo probablemente en no más de dos meses. Fuentes cercanas a la operación apuntan que puede ser incluso antes.