La lluvia y el frío obligan a Gaspar, Melchor y Baltasar ponerse a cubierto en la mayor parte de los municipios
06 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Con las cabalgatas de Reyes llegó el invierno al sur de Lugo. Gaspar, Melchor y Baltasar no faltaron a su cita del 5 de enero, pero el frío y, sobre todo, la lluvia los obligaron a ponerse a cubierto. En algunas localidades se acortaron los recorridos por las calles y en otras simplemente se aligeraron las cabalgatas. Este último fue el caso de Monforte, donde los magos de Oriente llegaron como es habitual en tren pero los pajes voluntarios de los colegios no los acompañaron en su itinerario por las calles de la ciudad, sino que fueron trasladados en autobuses al Campo de San Antonio, el punto en el que terminó la cabalgata.
Los Reyes llegaron a la estación de Monforte a las cinco y media de la tarde, con algo de retraso sobre el horario previsto, en un tren al que se subieron en el museo del ferrocarril un centenar de niños previamente inscritos para ello en el Ayuntamiento. En el andén primero los esperaban unas quinientas personas, entre las que estaban decenas de escolares de sexto de Primaria dispuestos a hacerles de pajes. La banda municipal de gaitas recibió con música al trío real, que tardó media hora en repartir saludos y caramelos entre el gentío.
En Chantada, al auditorio
Fuera de la estación llovía de forma intermitente, como anticipaban los pronósticos del tiempo, así que los organizadores de la cabalgata decidieron evitarles a los pajes una muy probable mojadura y optaron por llevarlos en autobús hasta el final del recorrido. «Es una pena, pero hay demasiado riesgo de que les llueva», explicaba antes de salir de la estación la concejala de Cultura, Marina Doutón. Mientras tanto, los Reyes Magos y el resto de sus acompañantes enfilaban en sus carrozas el recorrido habitual, por las calles Leopoldo Calvo Sotelo, Roberto Baamonde, Cardenal y Avenida de Galicia. La cabalgata terminó con la lectura del pregón real frente al Ayuntamiento, en presencia del alcalde, José Tomé, y otros integrantes de la corporación.
En Chantada, la cabalgata se vio también trastocada, incluso más que en Monforte. El recorrido iba a empezar a las cinco y media de la avenida de Lugo, el punto de partida habitual. Pero empezó a llover, así que los responsables municipales decidieron suspenderlo y acortarlo todo. Los tres magos se desplazaron al auditorio municipal, donde repartieron golosinas a los niños que acudieron a saludarlos con sus familias.