Los vinos jóvenes destacaron sobre los de barrica en la cata de los sumilleres
11 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.¿Había también vinos en barrica en la cata? «Para mi desgracia, sí», responde Luis Paadín, presidente de la Asociación Galega de Catadores, tras vérselas con ochenta muestras de Ribeira Sacra -62 tintos, nueve de ellos en barrica, y dieciocho blancos- que optan a los premios Excelencia 2012 de de esta asociación y a las distinciones anuales de los sumilleres de Gallaecia. La presidenta de este colectivo, Mercedes González, coincide con Paadín: «Los que más castigué, también fueron los de barrica». Por lo que parece, los vinos del año ganan por goleada en el reparto de puntos.
Las puntuaciones de los dos paneles de cata que se repartieron ayer las muestras en el Centro do Viño de Monforte todavía no se han dado a conocer. Pero los responsables de las asociaciones que la organizaron, en colaboración con el consejo regulador, comparten que, con carácter general, la última cosecha, sin llegar a la excelencia, está un par de peldaños por encima de la difícil añada del 2010.
Los vinos del 2011, opina la presidenta de los sumilleres, «son amables, fáciles de beber, con viveza y frescura». «Los tintos tienen menos capa que en otras añadas, son más ligeros, no tan corpulentos. En los aromas, muchos van más allá del perfil de la mencía, como si buscase una mayor diferenciación por la mezcla de otras variedades», dice Paadín.
En la línea de catas anteriores, apunta Mercedes González, se observa una evolución «muy positiva» de los vinos blancos. «Van por muy buen camino y hay una excelente evolución de las elaboraciones. Cada vez son más las muestras que están al mayor nivel», opina la presidenta de los sumilleres de Gallaecia.
Valor añadido
De los nueve tintos en barrica, apenas tres respondieron a las expectativas de los catadores. El resto, explica Paadín, salieron pero parados, en mayor o menor medida, por el contacto con maderas de «muy baja calidad». «Curiosamente había algún vino del 2010 con algo de barrica al que no le quedaba mal», explica el presidente de la asociación de catadores. A su juicio, se impone una reflexión sobre el uso de la barrica, «cuando no supone un valor añadido».