Los sindicatos disputan el esprint final de la representatividad

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LEMOS

Son las elecciones de años de crisis con cierre de empresas y cambios

07 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Comisiones Obreras, UGT y la CIG, esta última en menor medida, disputan el esprint final de las elecciones sindicales en la provincia, en las que se juegan la representatividad que les dará acceso a la financiación para los cursos de formación, a las ayudas públicas y a una parte de los liberados sindicales durante los próximos cuatro años. Veinticuatro días antes de que finalice el período de cómputo, que va desde el 1 de enero del 2008 al 31 de diciembre del 2011, y con más de medio centenar de procesos pendientes de celebrar, la primera conclusión que se saca es que la crisis, con el cierre de empresas y la merma de plantillas, también tuvo y tiene su incidencia en estos comicios. Si en el cómputo anterior 44.673 trabajadores de empresas de más de seis personas en plantilla eligieron 2.160 representantes, que se recogieron en 1.061 actas, a mediados del pasado mes los datos habían variado sustancialmente, pese a que quedaba más de un mes para concluir el período. A 16 de noviembre pasado se habían levantado 619 actas; habían votado 32.000 electores y se habían elegido 1.415 representantes.

De estos datos se deduce que a esa fecha, y para alcanzar los mismos resultados que hace cuatro años, faltarían aún por elegir 745 delegados y 12.673 trabajadores estarían pendientes de acudir a las urnas para elegir a sus representantes.

Antes de finales de este año, con lo que entrarían en el cómputo y decidirán la balanza que a principios de semana estaba inclinada hacia UGT, están preavisadas medio centenar de procesos electorales por parte de las tres organizaciones mayoritarias en la provincia. Entre ellas figura el comité de empresa de Leite Río, que elegirán en la última semana del año los 105 trabajadores de la láctea; también está el de Fontecelta, con 60 operarios, y algunas otras votaciones en empresas. Alguna de las preavisadas puede que no se celebren porque hayan variado las circunstancias o el número actual en nómina. Con menos de seis personas no tienen derecho a representante sindical.

Procesos en empresas blancas

Hasta el 31 de diciembre, en que acabe el proceso, los sindicatos no podrán hacer balance de cómo afectó la crisis a las empresas lucenses a estos efectos. A juzgar por los datos actuales parece difícil que se lleguen a los parámetros de hace cuatro años.

Las tres organizaciones trataron de reducir al mínimo la diferencia entre los delegados de hace cuatro años y los actuales mediante la convocatoria de procesos en empresas en las que antes no había habido elecciones, las que denominan en su argot «blancas» porque no contaban con representación. En unos casos no la tenían por la falta de predisposición de los responsables de las firmas a dejar entrar a los sindicatos, y en otros, porque el esfuerzo que exigía obtener delegados no se rentabilizaba con los resultados.

crónica un proceso que dura cuatro años