TRIBUNA | O |
09 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.YO creía que la guerra del agua se libraba en las Comunidades Autónomas de la España seca, en Aragón, Murcia y por ahí. Estaba lejos de imaginar que también se racionaba el agua en Lugo para lavar el niño, donde llueve tanto que te sale moho. La Confederación Hidrográfica del Norte acordó iniciar expedientes de extinción del derecho al uso privativo de las aguas al concello de Láncara y a 35 particulares de otros concellos. No me lo puedo creer. En la lista que publica el boletín oficial de la provincia figuran afectados de A Pontenova, regado por el Eo, donde celebran la Festa da Troita. De Monforte, donde el Cabe es navegable. De Castro de Rei, donde el Azúmara desemboca en el padre Miño, que yo canté en poemas. De Portomarín, donde el Miño es un mar interior. De Suarna, habitado por las nereidas y ninfas del Navia. Y así. Los afectados tienen un mes para manifestar su oposición. Lo tienen fácil. Que digan que tienen que lavarse las pelotas. Vamos, hombre.