La impugnación se basa en la competencia de personal que ostenta Ser representante del personal blindaba ante el despido al secretario general durante cinco años
22 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.?l acta de elección del secretario general de la CEL, José María López Bourio, como delegado sindical de UGT, fue recurrida por el ex presidente Juan Antonio Martínez Dapena. Fue una de las últimas decisiones adoptadas antes de presentar su dimisión. Martínez Dapena presentó la impugnación en la Oficina Pública de Rexistro de Eleccións Sindicais, dependiente de la Consellería de Xustiza, Emprego e Relacións Laborais. Se basa en que entre las funciones de José María López Bourio se encuentran las relacionadas con personal, entre ellas la de contratar y despedir trabajadores, lo que es incompatible con sus funciones de delegado sindical. El caso tendrá que ir a un procedimiento arbitral que examinará uno de los dos árbitros designados por la Xunta, que son los abogados Victoriano Azcárraga Salvadores y Esperanza López Silvosa.José María López Bourio se presentó a las primeras elecciones sindicales que se celebraron en la Confederación de Empresarios de Lugo. Obtuvo el apoyo de la totalidad de los trabajadores.La decisión del secretario general de la CEL fue interpretada como un intento de blindar su puesto de trabajo en un momento de conflictividad en el seno de la patronal lucense, derivado de sus enfrentamientos no sólo con Martínez Dapena, sino también con otros miembros de su comité ejecutivo.El acta de delegado sindical blindaba a López Bourio, que figura como imputado en la querella presentada por la Fiscalía de Lugo por los contratos del local de formación del Cise, por un perido de cinco años.Ahora que cambió la situación en la patronal lucense, que se encuentra pendiente de la celebración de elecciones, después de la dimisión del presidente y de todo su equipo, la anulación del acta no tendría tanto significado como si continuara el actual equipo.El propio ex presidente de la CEL, en la rueda de prensa en la que comunicó los motivos que lo llevaron a dimitir junto con todo su equipo, hizo alusión a que la permanencia en la confederación del secretario general era uno de los obstáculos para poder trabajar en el seno de la patronal lucense. También indicó que existían otros mecanismos internos que impedirían desempeñar la labor para la que fue elegido en el mes de junio, aunque volvieran a ganar en unas elecciones.La patronal lucense, según sus estatutos, tendrá que convocar elecciones en el plazo de dos meses. De momento, y desde el pasado viernes, en que dimitió Jesús Pernas, se encuentra en manos de una junta de gobierno en funciones.