La sentencia entiende que hubo desviación de poder por parte del ex-regidor cuando intentó suspender al aparejador de empleo y sueldo El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha ratificado una sentencia del juzgado de lo contencioso de Lugo que daba la razón al aparejador municipal de Sarria, Alberto Quiñoá, que fue sancionado por Arturo Corral cuando aún era alcalde. La sentencia declaró nula la sanción del ex-regidor que pretendía suspender durante tres años de su cargo al técnico municipal. El Tribunal Superior entiende que pudo existir desviación de poder por parte de Arturo Corral en sus actuaciones con el aparejador debido a la contienda personal que mantenía con él. El ex-alcalde sarriano fue condenado a pagar los gastos del recurso de apelación.
02 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.REDACCIÓN SARRIA El Tribunal Superior ha desestimado el recurso que interpuso el ex-alcalde de Sarria, Arturo Corral, contra la sentencia del juzgado contencioso de Lugo. La sentencia había anulado la suspensión de empleo y sueldo por tres años al aparejador municipal, Alberto Quiñoá, decretada por Arturo Corral. El Tribunal Superior de Xustiza no deja precisamente en buen lugar al ex-regidor. En relación a un supuesto retraso en la tramitación de expedientes por parte del aparejador, dice que el acierto de la sentencia apelada está fuera de toda duda. Señala que hay que situar la conducta de Quiñoá dentro del contexto de malestar que existía entre él y Corral. También hace alusión a la falta de documentación y medios que sufrió el aparejador ya que fue desalojado de su despacho. La sentencia censura a Arturo Corral en los siguientes términos: «hay una situación en la que la contienda personal conduce a un ejercicio desviado de la potestad disciplinaria para servir a otros fines». Con respecto a la acusación de que Alberto Quiñoá facilitó un informe al entonces concejal del PSOE, Claudio Garrido, contraviniendo un decreto del alcalde que lo prohibía, el Tribunal Superior afirma que no fue así. Aclara que Quiñoá no dió el informe al edil sino que se limitó a depositarlo en el registro del Ayuntamiento. La sentencia no sólo menciona indicios de desviación de poder, sino que censura que Corral insista en sancionar a un funcionario cuando ya no es alcalde, y tira por el suelo varios de los fundamentos jurídicos en los que se basó el recurso. Parece quedar abierta la puerta para que Quiñoá presente una querella contra Corral.