La confesión de Elena, de «MasterChef»: «No tengo ni gusto, ni olfato»

La Voz de la Salud

EL BOTIQUÍN

Elena fue expulsada de MasterChef en el programa de ayer.
Elena fue expulsada de MasterChef en el programa de ayer.

La concursante explicó en su expulsión que, aunque ha perdido estos dos sentidos, ella es capaz de cocinar con la vista: ¿a qué se debe?

22 abr 2025 . Actualizado a las 17:14 h.

El programa de ayer de MasterChef acabó con la expulsión de Elena, una concursante que era fan número uno del formato: había intentado hasta en seis ocasiones entrar en el concurso. Pero a la hora de despedirse, hizo una confesión: «No tengo sentido del gusto, ni del olfato». La razón, «una operación de pólipos en la nariz hace muchos años». Ante la emoción de sus compañeros y la lamentación del jurado por no haberlo sabido antes, la ahora ya ex concursante aseguró que «no me parecía justo ni correcto decirlo» y que, a pesar de no contar con esos dos sentidos, «creo que cocino con otro que me hace ver los platos diferentes».  

Qué son los pólipos en la nariz y la poliposis nasal

La poliposis nasal es una inflamación crónica de los senos paranasales. Provoca unas formaciones blanquecinas en el interior de las fosas nasales que se denominan pólipos nasales. Son benignos, pero pueden crecer hasta el punto de llegar a obstruir por completo las fosas nasales. 

Padecer pólipos nasales y perder el olfato no es una excepcionalidad. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC), se estima que casi el 12 % de la población tiene algún tipo de rinosinusitis crónica y el 4 % de ellos desarrollan poliposis nasal. Si bien no existe una poliposis nasal sin una rinosinusitis previa, no todos los pacientes que la tienen acaban desarrollan pólipos.

«Pese a los grandes avances científicos que se han realizado en el estudio de la poliposis nasal, se desconocen sus causas», confiesan desde la sociedad. Aunque en un principio se creía que se desarrollaba por una alergia, «posteriores estudios han demostrado que no siempre es así, ya que dos de cada tres personas que tienen pólipos no la padecen». 

De esta forma indican que, entre los motivos que pueden producir esta inflamación crónica de la mucosa nasal, «se han barajado hongos, virus, reacciones alérgicas y toxinas, pero falta todavía investigación que aclare bien cuál es el origen de la poliposis nasal».

Cuáles son los síntomas de la poliposis nasal

Los pólipos nasales pequeños pueden no causar síntomas. Cuando son de mayor tamaño o se presentan en grupos sí pueden obstruir la nariz derivando en problemas respiratorios, imposibilidad de oler e infecciones. 

Entre los síntomas más frecuentes, la Seorl asegura que el primer síntoma suele ser la pérdida del olfato. «Es progresivo, pudiendo provocar la pérdida completa del sentido o anosmia». También puede darse la falta de gusto o disgeusia, ya que está muy relacionado con el primero. La inflamación y obstrucción causadas por los pólipos pueden dificultar la percepción de los olores, lo que a su vez afecta la capacidad de percibir los sabores.

En esas primeras fases de la enfermedad también es habitual la congestión u obstrucción nasal. «Ya en fases avanzadas, esta es clara, provocando una insuficiencia respiratoria nasal», añaden. 

Otro signo puede ser la rinorrea o mucosidad nasal: «Normalmente es espesa y es frecuente que sufra sobreinfecciones que prolongan el tratamiento del cuadro». Y, si bien la cefalea o la molestia ocular son menos frecuentes, los dolores de este tipo se suelen proyectar sobre la zona nasal o sinusal y se suelen describir como una sensación de pesadez. De esta forma, los profesionales remarcan que esta enfermedad tiene un alto impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes porque, además, suelen tener problemas para dormir, viendo como su energía durante el día también se merma. 

Qué tratamientos existen y en qué consiste la cirugía

El objetivo del tratamiento de la poliposis nasal es claro: eliminar la inflamación sinusal y los pólipos nasales, restableciendo la respiración nasal y restaurando el sentido del olfato. 

La primera línea terapéutica suelen ser corticoides y lavados nasales. «Sin embargo, este tratamiento no siempre es efectivo. Algunos pacientes no responden a los corticoides intranasales o pasado un tiempo generan una resistencia a este tratamiento y se acaba produciendo una ocupación total de la nariz», indican. En ese tipo de casos puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica y, desde la Seorl, aconsejan una cirugía endoscópica nasal: una técnica mínimamente invasiva que permite abrir los senos paranasales y eliminar el tejido inflamatorio. Para su realización se utilizan endoscopios nasales rígidos junto con instrumentos especialmente diseñados para la anatomía nasosinusal.

Hace unos años, cuando esta todavía no estaba disponible para los pacientes, se utilizaba un método mucho más agresivo que consistía en realizar incisiones en el rostro y la boca para acceder a los senos paranasales. Este, además de provocar un mayor sangrado teniendo que taponar la nariz para controlar hemorragia, también repercutía en un posoperatorio más doloroso y un tiempo de recuperación más largo. 

¿Se puede recuperar los sentidos perdidos después de una cirugía? En general, sí. Suele ser de forma gradual, a medida que disminuye la inflamación posoperatoria y la percepción sensorial nasal mejora. Los profesionales indican que, en la mayoría de los casos, el sentido del olfato se recupera por completo en unas semanas o meses. Pero no siempre es posible y el caso de Elena es el claro ejemplo.