El expresidente Bolsonaro, condenado en Brasil por el fallido golpe de Estado contra Lula
INTERNACIONAL
El Supremo establece una pena de prisión de 27 años y tres meses por el intento de alterar el orden democrático
12 sep 2025 . Actualizado a las 11:11 h.Jair Bolsonaro será condenado a 27 años y tres meses de prisión por intentar un golpe de Estado para evitar la toma de posesión de Lula da Silva en el 2022. El Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño alcanzó ayer la mayoría de votos para sentenciar al exmandatario brasileño por cinco crímenes. El fallo judicial se seguía con mucha atención desde la Casa Blanca, que ya ha sancionado a Brasil por el proceso contra su aliado político. La familia del expresidente afirmó, tras conocerse la sentencia, que "no aceptarán» la condena y que lucharán «hasta el fin».
Bolsonaro, en detención domiciliaria desde agosto por haberse saltado, según los jueces, medidas cautelares, no entrará inmediatamente en prisión, porque cabe recurso y su resultado no se decidirá hasta noviembre.
«Bolsonaro participó del crimen en condición de líder de organización criminal», dijo al emitir su voto Cármem Lúcia, la cuarta ministra de la sala primera del Supremo, después de que a lo largo de la semana otros dos jueces, incluido el relator del caso, el polémico Alexandre De Moraes, considerado como la némesis del bolsonarismo, votasen por condenar a Bolsonaro por todos los cargos formulados por la Fiscalía.
Lúcia argumentó, como previamente habían hecho los otros magistrados, que Bolsonaro y los otros siete acusados en el caso buscaron debilitar el Estado de derecho con el argumento de defender al país, y dio validez a las pruebas recabadas por los fiscales, entre las que se encuentra la declaración del ex edecán de Bolsonaro, Mauro Cid —también condenado este jueves—, testimonios de otros militares, documentos incautados y conversaciones filtradas.
«El mal hecho para el bien continúa siendo mal», señaló Lúcia, parafraseando a Víctor Hugo cuando se opuso al golpe de Estado de Napoleón III.
No ha sido una decisión unánime. Uno de los jueces de la primera sala del Supremo que juzgó a los acusados, Luiz Fux, votó este miércoles por absolver a Bolsonaro al no considerar que las pruebas en su contra fuesen concluyentes y pidió también la anulación del juicio al estimar que se tendría que haber procesado por un tribunal de primera instancia, abriendo una puerta para las críticas del bolsonarismo y de Estados Unidos.
La esperada reacción de Trump
Se espera con atención la reacción de Washington. Donald Trump considera el juicio como una caza de brujas. Ha sancionado a De Moraes, incluyendo al juez en la lista Magnitsky de actores antidemocráticos, lo que podría suponer el congelamiento de sus cuentas, y ha impuesto aranceles del 50 % a miles de productos brasileños alegando como motivo el proceso contra su aliado.
Mientras tanto, en las últimas semanas, algunas de las bancadas de derecha más voluminosas del Congreso se han movido para alcanzar una mayoría con la que amnistiar tanto a los sentenciados por los ataques a las sedes de los tres poderes, en el 2023, como a Bolsonaro y el resto de recientemente condenados.
Podrían incluso tener mayoría, según los últimos informes periodísticos, después de que incluso llegasen a unirse a ese grupo dos partidos de centro y derecha que hasta ahora habían apoyado a Lula, aunque varios jueces del Supremo ya se han expresado contra una posible amnistía que ahora los aliados de Bolsonaro ven justificada por el voto del magistrado Fux.
«Nada que no sea una amnistía amplia, general y sin restricciones debería considerarse ni tendría ningún efecto pacificador. Ha llegado el momento de no hacer nada menos que lo que es correcto y justo», posteó en la red social X Eduardo Bolsonaro, congresista e hijo del expresidente, establecido desde hace meses en EE.UU. y visto por los contrarios al bolsonarismo como el impulsor de las sanciones a Brasil.