Maduro planta cara a los chavistas que desafiaban su poder

Pedro García Otero CARACAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

 El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, participa en una firma de acuerdos hoy, en Caracas (Venezuela). El Gobierno de Venezuela y la empresa estadounidense Chevron
El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, participa en una firma de acuerdos hoy, en Caracas (Venezuela). El Gobierno de Venezuela y la empresa estadounidense Chevron MIGUEL GUTIERREZ | EFE

El mandatario se deshace de Tareck el Aissami, que aspiraba a ser su alternativa en las elecciones del 2024

23 mar 2023 . Actualizado a las 22:03 h.

El presunto desfalco de al menos 3.000 millones de dólares en criptomonedas de la factura petrolera venezolana es ya uno de los grandes escándalos de corrupción del régimen de Nicolás Maduro. Y aunque, por supuesto, existe un trasfondo económico, el hecho ha servido para saldar viejas rencillas en el chavismo, según los analistas. Las repercusiones del caso impactarán tanto en las sanciones que EE.UU. y Europa han impuesto al régimen bolivariano como a la propia estructura de poder en Venezuela. Y, por supuesto, a los venezolanos ante la amenaza de una nueva crisis económica. 

¿Es este un caso de corrupción o un pase de factura política?

Aunque es un caso de corrupción, en clave de política interna encubre un pulso por el poder: Tareck el Aissami, hasta el lunes ministro de Petróleo, quería constituirse en alternativa al presidente Nicolás Maduro. Así lo señalan, al menos, dos exchavistas: Andrés Izarra, exministro de Turismo de Hugo Chávez que reside actualmente en Alemania, y Rafael Ramírez, que fue presidente de PDVSA durante 12 años (de ellos los dos primeros del Gobierno de Maduro), hoy está exiliado en Italia y con un caso abierto por corrupción en Venezuela.

Según Izarra, El Aissami «conspiraba» contra Maduro, quien «descubrió un plan para arrebatarle el poder». «El régimen se maneja con una lógica de mafias. Si alguien empieza a acumular mucho poder, lo sacan», afirma Ramírez.

Por su parte, el experto en crimen organizado Joseph Hummire desmiente que la salida de El Aissami del Gobierno le pase factura, ya que, aunque no ocupe un cargo en el poder, sigue siendo quien maneja los hilos de la relación del chavismo con los regímenes de Oriente Medio y Rusia. 

¿Quiénes serían entonces los favorecidos por el escándalo de PDVSA?

Los 19 detenidos por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal son cercanos a El Aissami, quien acumuló en los últimos años poder económico, como ministro de Industria y después como presidente de PDVSA y titular de la cartera de Petróleo. El politólogo Pablo Quintero considera que la facción que encabeza Maduro, en la que están los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez (vicepresidenta y presidente de la Asamblea Nacional, respectivamente), «se asegura la gobernabilidad interna».

«Dentro del Gobierno, en el PSUV parecen erguirse dos líneas [de poder], la de Maduro y la de los hermanos Rodríguez», señaló el politólogo opositor Leandro Rodríguez a la emisora estadounidense Voz de América. «Están eliminando subvertientes, favoreciendo a las corrientes de Maduro y los hermanos Rodríguez, quienes finalmente acumulan el poder en Venezuela», afirmó. 

¿Qué impacto tiene la sanciones en la corrupción de PDVSA?

Desde el chavismo, se señala que las sanciones han sido parcialmente responsables de la corrupción en PDVSA, ya que han obligado a vender el petróleo venezolano en criptomonedas y a aplicar grandes descuentos.

De hecho, el mecanismo de comercio de la compañía estatal se basa casi exclusivamente en el pago con criptoactivos, y el primer detenido por el caso fue Joselit Ramírez, cercano a El Aissami y jefe de la Superintendencia de Criptoactivos (Sunacrip).

Desde el 2017, el chavismo ha instalado granjas de criptomonedas en todo el país (algunas de ellas en bases militares), y en el 2018 la Asamblea Nacional Constituyente, controlada por el régimen, aprobó la denominada Ley Constitucional Antibloqueo, que da poderes absolutos a Maduro para el manejo de las finanzas públicas. Estos dos factores se juntan en el caso de corrupción que estalló la semana pasada. 

¿De cuánto es el monto faltante y qué peso tiene en la economía?

Según Reuters, hasta 86 % de lo facturado por PDVSA entre el 2020 y el 2023 falta por cobrar. La cifra equivale a 21.000 millones de dólares. Luego de la crisis económica generada por el chavismo entre el 2013 y el 2021, el PIB venezolano es de apenas 40.000 millones de dólares, por lo que este escándalo se habría llevado la mitad del PIB.