Madrid se convierte en un búnker para la cita más decisiva de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Policías a caballo patrullando este lunes en el exterior del recinto de Ifema, donde se celebrará la cumbre de la OTAN
Policías a caballo patrullando este lunes en el exterior del recinto de Ifema, donde se celebrará la cumbre de la OTAN Mariscal | EFE

El Gobierno confía en el éxito de la cumbre de la Alianza para remontar la legislatura a la espera de la presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre del 2023

27 jun 2022 . Actualizado a las 20:55 h.

Todo listo para el gran momento en el que el Gobierno lleva trabajando desde hace un año. La OTAN está preparada para exhibirse ante el mundo, eso sí, con Madrid convertida en un verdadero búnker y en una ratonera para los 3,2 millones de habitantes de la ciudad. La capital de España acoge desde este miércoles y hasta el jueves la 32.ª cumbre de la OTAN. Una cita en la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez pone buena parte de sus esperanzas para remontar la legislatura a expensas de darle el último empujón durante la presidencia española de la UE en la segunda mitad del 2023.

Pero más allá de la política nacional, la cita de la Alianza en Madrid se ha convertido en la más decisiva de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría. La cumbre en principio se había diseñado más como una celebración de aniversario de los 40 años de adhesión de España a la Alianza y de conmemoración del 25 aniversario de aquella cumbre de 1997 de Madrid que consagró a España como uno de los principales miembros del pacto atlántico. Pero las semanas de tensión creciente con el Kremlin en invierno y la decisión de Putin en febrero de invadir Ucrania provocaron un rediseño apresurado de la cumbre, que desde entonces ha seguido evolucionando en función de los acontecimientos. La decisión de Finlandia y Suecia el pasado mayo de pedir el ingreso en la OTAN ante el expansionismo ruso y el bloqueo de Lituania, uno de los últimos socios atlánticos, al enclave ruso de Kaliningrado en los últimos días, ha redoblado las amenazas del Kremlin a la propia OTAN y ha provocado que hasta el programa de la reunión se haya alterado, por enésima vez, este mismo lunes. 

Seguridad y movilidad

Pero en la Moncloa, a punto de que Biden y las 40 delegaciones aterricen en Madrid, no hay intranquilidad por esos cambios de última hora de agendas y programas. En realidad, en Presidencia solo hay un temor, la seguridad, y una inquietud: los problemas de movilidad que va a generar la gran cita atlántica. En el Gobierno —insistieron este lunes— están convencidos de que no habrá ningún problema grave con la logística. Los más de 50 millones de euros gastados en los preparativos encargados a las empresas más punteras garantizan a priori el éxito formal de la reunión internacional.

La revisión este lunes de los principales escenarios de esta cita que congregará a 5.000 personas (Ifema, Palacio Real, Museo del Prado, Teatro Real y La Granja de San Ildefonso) no detectó ningún contratiempo. El despliegue de la operación Eirene —explicaron responsables de Interior— se completó este mismo lunes. La presencia de las fuerzas de seguridad (más de 10.000 funcionarios solo en las cápsulas de protección) era ya este lunes imponente, sobre todo la de los 6.550 policías nacionales movilizados, especialmente antidisturbios (UIP), guías caninos y especialistas de subsuelo.

El recinto ferial de Madrid será durante casi 48 horas la zona más protegida del planeta. Pero la seguridad extrema se extiende mucho más allá. Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía ya custodiaban este lunes los 40 hoteles de lujo donde se alojarán las delegaciones y las principales arterias por donde pasarán las 80 delegaciones (40 de delegados e igual número de acompañantes) de camino a la cumbre o a los actos paralelos de esta cita. El reto de la movilidad, insisten en Interior y Ayuntamiento de Madrid, va ser «colosal». Solo la caravana de Joe Biden moviliza 50 coches y solo la delegación estadounidense tiene ya asignados vehículos para mover a 1.200 personas por Madrid. Con este panorama, Interior no se va a andar con paños calientes: el eje vial más transitado de España (Prado-Recoletos-Castellana) será cerrado siempre que sea necesario y sin previo aviso. Al igual que la A-2, para facilitar la entrada de las delegaciones desde Barajas y Torrejón y otras arterias principales, particularmente la M-30 que circunvala la ciudad.

La seguridad física es una prioridad. La otra es la ciberseguridad. Finalmente, los servicios de inteligencia españoles y de los aliados han decidido dejar sin ningún tipo de acceso exterior a internet las salas claves de Ifema y los teléfonos de los delegados que entren en las zonas calientes de la cumbre. El miedo a que los hackers que trabajan a sueldo del Kremlin puedan intentar un golpe «propagandístico» con un ataque es «muy real», según responsables de la seguridad nacional.

Sánchez y Biden escenificarán su buena sintonía con un encuentro en la Moncloa

Madrid / Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibirá finalmente este martes en el palacio de la Moncloa al presidente de EE.UU., Joe Biden, con la vista puesta en escenificar lo que el Ejecutivo se ha esforzado en asegurar que es una relación bilateral sólida después del fallido encuentro de hace un año que se quedó en una breve charla de apenas 30 segundos.

El marco, como entonces, volverá a ser el mismo, la cumbre de la OTAN, pero si entonces Sánchez tuvo que contentarse con un breve cruce de impresiones con Biden mientras ambos caminaban hacia la sala de reunión tras la foto de familia de los líderes aliados en Bruselas, ahora ambos mantendrán un encuentro bilateral propiamente dicho.

Biden, que será recibido en la base aérea de Torrejón de Ardoz por Felipe VI, también mantendrá un encuentro con el monarca en el Palacio Real, previo a la cena que los reyes brindarán a todos los líderes que asisten a la cumbre.

Una relación estratégica

La esperada foto y el encuentro entre Sánchez y Biden servirá para escenificar una relación que para el Gobierno es estratégica y que Washington también se ha encargado de ensalzar en todo este tiempo, negando problemas con la coalición que conforman PSOE y Unidas Podemos, incluso en momentos en que desde el sector morado del Gobierno han arreciado las críticas a Estados Unidos y, en particular, a la OTAN.

Sánchez no habló con Biden hasta que ambos coincidieron en la cumbre de la Alianza en Bruselas en junio del 2021, pese a que el demócrata llegó a la Casa Blanca el 20 de enero y que en las semana siguientes habló por teléfono con decenas de líderes internacionales. Entonces, desde la Moncloa se argumentó que había contactos a todos los niveles y que no había ningún problema.

La toma de Afganistán por los talibanes el pasado agosto fue la ocasión para demostrar la fortaleza de la relación: Biden llamó por teléfono a Sánchez para pedirle usar las bases de Morón y Rota para la evacuación de afganos que durante las dos últimas décadas habían trabajado para EE.UU. La respuesta fue afirmativa y Washington se encargó de agradecer en varias ocasiones la cooperación española.

El mandatario estadounidense volvió a llamar a Sánchez el 21 de junio, para hablar sobre la cumbre de la OTAN y para agradecer al Gobierno español los preparativos para esta cita.