La UE solo observará las elecciones de Venezuela si hay cambios «importantes»

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

YVES HERMAN | Reuters

Borrell reclama modificaciones «en las condiciones y el cronograma»

17 sep 2020 . Actualizado a las 23:05 h.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, aseguró este jueves que «solo cambios importantes en las condiciones y el cronograma podrían permitir el desarrollo de una misión de observación electoral» en los comicios parlamentarios convocados en diciembre en Venezuela, que parte de la oposición boicotea por considerarlos carentes de las mínimas condiciones democráticas.

Borrell, que se reunió con el Grupo Internacional de Contacto (GIC) para Venezuela para informar de sus gestiones sobre los comicios, agregó que «la realización de elecciones libres y justas es clave» y que hay «fuerte apoyo de los ministros del GIC para continuar trabajando en una solución política negociada a la crisis venezolana».

Para este grupo internacional, la «única solución sostenible a la crisis venezolana será una política inclusiva, pacífica y democrática, a través de elecciones legislativas y presidenciales libres, creíbles, transparentes y justas», según insistió en un comunicado.

El GIC reúne a varios países europeos de dentro y fuera de la UE, y algunos países latinoamericanos que no forman parte del Grupo de Lima, que a su vez aborda la crisis venezolana desde un ángulo más cercano al de Estados Unidos y es partidario de la línea dura en relación con el régimen de Maduro.

El grupo considera que las elecciones en Venezuela solo pueden tener garantías democráticas si se eliminan «todos los obstáculos a la participación política», entre los que cita el respeto del mandato constitucional de la Asamblea Nacional elegida democráticamente, la devolución del control de los partidos políticos a sus administradores legítimos, el cese de la inhabilitación y el enjuiciamiento de los líderes políticos y el pleno restablecimiento de sus derechos y de otros candidatos a la igualdad política.

Bajo el patrocinio del GIC, que impulsó personalmente Borrell en el 2019, el Gobierno de Noruega inició una mediación el año pasado entre la oposición venezolana y el régimen de Maduro, que terminó abruptamente cuando este suspendió las conversaciones en el momento en el que se discutía la repetición de las elecciones presidenciales.

El cuestionado jefe de Estado venezolano ha reiterado su invitación en dos ocasiones a la Unión Europea para que acuda al país a observar los comicios, pero el proceso está a menos de tres meses de realizarse.

La UE tiene como condición, al igual que las leyes venezolanas, que un proceso electoral no puede ser convocado con menos de seis meses de anticipación, y que solo participa como observadora si puede comenzar a analizar el proceso antes de que este se convoque. Pero Maduro ha dicho que bajo ningún concepto las elecciones serán diferidas.

Preocupante informe de la ONU

En tanto, la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, manifestó su «preocupación» por los derechos humanos en Venezuela, tras la publicación el día anterior de un demoledor informe de la Misión de Observación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el que se acusa a Maduro, a varios de sus ministros y a los jefes de las policías venezolanas de crímenes de lesa humanidad.

González Laya ha señalado que el incremento de las violaciones de derechos humanos en Venezuela ha ocurrido en la medida en que se ha profundizado la ruptura del régimen de Maduro con las prácticas democráticas, y ha insistido en que la posición de España es clara: «Elecciones democráticas y libres».