Gases lacrimógenos y balas de goma para que Trump pudiera hacerse «una foto»

La Voz REDACCIÓN

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Polémica en Estados Unidos tras ser dispersada una protesta para que el presidente pudiera posar con una biblia. El incidente, producido en Washington, ha aumentado la controversia sobre su rol en la actual ola de protestas por racismo

03 jun 2020 . Actualizado a las 07:54 h.

Donald Trump llegó caminando y posó con una biblia en la mano delante de una iglesia en Washington. Y se desató la polémica. ¿La razón? Era uno de los escenarios emblemáticos de las protestas antirracistas desatadas tras la muerte de un afroamericano, George Floyd, ahogado por un policía blanco en Minneapolis. Fue desalojado para que el presidente pudiera hacerse esa foto. Y los manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos. Trump, que mantiene una actitud arrogante desde el inicio de las protestas, llevaba años sin acudir a esa iglesia, operación para la que fue necesario movilizar ingentes recursos. En ámbitos políticos y sociales de EE.UU., su performance ha sido interpretada como una burda manipulación para encubrir su mala gestión con el covid-19, donde los muertos suman ya más de 105.000 y los contagiados se acercan ya a los dos millones. 

Justo antes de que entrara en vigor el toque de queda en el Distrito de Columbia, que alberga a Washington, la Policía despejó Lafayette Square, el parque situado frente a la Casa Blanca, que el mandatario, rodeado de algunos de sus asesores, atravesó para dirigirse a la iglesia episcopal de Saint John, en la que han rezado todos los presidentes estadounidenses desde el siglo XIX, según informa la agencia Efe. El presidente llegó a refugiarse durante más de una hora en el búnker de la Casa Blanca ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos.

Trump posó ante las cámaras con una biblia en la mano frente a las ventanas tapiadas de la iglesia, en cuyo sótano se desató en la noche del domingo un incendio en medio de los intensos disturbios. La alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, criticó el ataque de la policía federal a los manifestantes, que ante el bloqueo permanecieron alejados de la mansión presidencial.

La alcaldesa de Washington: «¡Vergonzoso!»

«Impuse un toque de queda a las 7 pm (medianoche en España). 25 minutos antes del toque de queda y sin provocación, la policía federal usó municiones contra manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca, un acto que hará que el trabajo de los agentes del Departamento de Policía del Distrito de Columbia sea más complicado. ¡Vergonzoso!», tuiteó.

La edil terminó su mensaje instando a los vecinos de Washington a que se marcharan a casa y se mantuvieran a salvo. También la propia encargada de la iglesia, Mariann Budde, expresó al diario The Washington Post su «indignación».

«Estoy perpleja. Necesitamos liderazgo moral y el presidente ha hecho todo para dividirnos y acaba de usar uno de los símbolos más sagrados de la tradición judeocristana», explicó Budde, que pasó la jornada entregando botellas de agua a los manifestantes y llamando a la protesta pacífica.

Balas de goma para una foto

A las críticas se sumó el virtual candidato demócrata a la Presidencia, el exvicepresidente Joe Biden, quien escribió en su cuenta de Twitter: «lanzó gases lacrimógenos a manifestantes pacíficos y disparó balas de goma para una foto».

«Está usando el Ejército estadounidense contra el pueblo estadounidense», se quejó, sin mencionar directamente a Trump.

Antes de posar ante la iglesia, el presidente anunció el despliegue de «miles y miles de soldados fuertemente armados» en Washington.