«Una guerra directa no interesa ni a EE.UU. ni a Irán»

Alicia Medina BEIRUT / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Una multitud corea esloganes a favor del régimen en la oración del viernes en Teherán
Una multitud corea esloganes a favor del régimen en la oración del viernes en Teherán IRAN'S SUPREME LEADER OFFICE | Reuters

El analisis Mohanad Hage AlÍ  advierte que las represalias por la muerte del general Soleimani no han termniado más probable, aunque lo que más preocupa a Teherán ahora son las protestas internas

18 ene 2020 . Actualizado a las 09:45 h.

En la era postSoleimani la gran pregunta es hasta dónde llegarán las hostilidades entre Washington y Teherán. El director de Comunicaciones del think tank Carnegie Middle East Center, Mohanad Hage Alí, descarta una guerra abierta entre Irán e Estados Unidos, pero advierte que la represalias por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani no ha terminado. 

El director de Comunicaciones del «think tank» Carnegie Middle East Center, Mohanad Hage Alí
El director de Comunicaciones del «think tank» Carnegie Middle East Center, Mohanad Hage Alí

-¿Cómo definiría el legado del general Qasem Soleimani?

-Es un legado complejo y polémico. Por una parte, ayudó a acabar con la ocupación israelí en el sur del Líbano. Por otra, su papel en el conflicto sirio -participando en el asedio a ciudades que causaron mucho sufrimiento a los civiles- ha dividido la región y ha aumentado tensiones sectarias, por lo que algunos le consideran un criminal de guerra.

-¿Hacia dónde van a inclinarse las hostilidades entre EE.UU. e Irán hacia una guerra «proxy» [cuando tiene lugar en terceros países] o hacia una confrontación militar directa?

-Una combinación de ambas. El episodio que acabó con el asesinato de Qasem Soleimani comenzó como conflicto proxy, con milicias iraquíes atacando a EE.UU. (bases militares y embajada), pero después vimos una confrontación directa: Washington mató al general iraní y Teherán bombardeó bases de tropas estadounidenses en Irak. La escalada de tensión puede llevarnos a un enfrentamiento directo, pero está opción no interesa a ninguna de las partes. Irán sabe que una guerra directa puede destruir su régimen. 

-El líder de Hezbolá, Hasán Nasrallah, ha anunciado que la represalias por el asesinato de Soleimani será la expulsión de las tropas EE.UU. de Oriente Medio. ¿Es posible que lo logre?

-Hezbolá puede que participe en la próxima respuesta iraní. Su número dos, Naim Qassam, afirmó desde Teherán que Hezbolá tiene ahora nuevas responsabilidades. Esto indica que quizás veamos al partido-milicia libanés chií asumir un papel más directo en la gestión de la red iraní dado el impacto de la ausencia de Soleimani. La venganza aún no han comenzado.

-¿Qué tipo de represalias se esperan? ¿Ataques a objetivos militares estadounidenses en el Líbano e Irak o ataques a Israel?

-Por ahora Israel se ha distanciado de la escalada de tensión. Su papel dependerá del resultado que obtenga Benjamin Netanyahu en las elecciones del 2 de marzo. Hasta ahora las milicias iraníes se han centrado en la presencia de EE.UU. en Oriente Medio. Pero, al fin y al cabo, es Israel quien ha estado presionado a Washington en contra del acuerdo nuclear y los dos países han discutido la posibilidad de un ataque a infraestructuras nucleares iraníes, pero estas discusiones no se han materializado. Estamos lejos de la línea roja del 20 % de nivel de enriquecimiento de uranio iraní. Aún hay tiempo antes de que se necesite una medida urgente según la perspectiva israelí.

-¿Está Donald Trump obteniendo resultados con su campaña de máxima presión contra Irán?

-Ha tenido éxito en el sentido de que ha disminuido las ventas de petróleo de Irán y el mundo ha cedido a la presión de EE.UU.. Pero ¿firmará Irán un nuevo acuerdo nuclear? No lo sé, quizás está esperando a ver el resultado de las elecciones estadounidenses para decidir.

-¿Qué potencias ve capaces de jugar un papel en la desescalada de tensiones? ¿Qué expectativa tiene del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell?

-La UE, concretamente el presidente Emmanuel Macron ha jugado un papel en controlar la situación. Pero ¿puede presionar e imponer su agenda a Estados Unidos? La UE quiere la vuelta al acuerdo nuclear, pero hay fisuras, el Reino Unido se está alineando con EE. UU. No veo un papel efectivo de la UE. Por ahora, Japón, y potencialmente India y Omán, están mediando.

-¿Puede el asesinato de Soleimani incendiar los sentimientos anti-estadounidenses en la región y catalizar el llamado «eje de la resistencia» proiraní?

-No creo que el asesinato de Soleimani aumente la influencia del eje de la resistencia. Sí que habrá una reestructuración en el liderazgo, que necesita lidiar con esta pérdida de moral. Los iraníes son lo suficientemente pragmáticos para entender el peligro de una confrontación directa. Las protestas internas son su principal preocupación. Lo que ganaron en términos de popularidad tras el asesinato de Soleimani, lo han perdido con el derribo del avión ucraniano. El principal desafío es la presión interna. Los ciudadanos iraníes, iraquíes y libaneses están pidiendo cambio, un liderazgo diferente, no quieren conflicto. La mayor preocupación [de Irán] es el desafío interno, puede que en los próximos días veamos mayor represión contra los manifestantes.-

-En Irán, Irak y Líbano hemos visto masivas protestas antigubernamentales. ¿La tensión EE.UU.-Irán puede llevar a las élites de estos países a relegar a un segundo plano las demandas de los manifestantes en aras de seguridad nacional?

-Esta escalada ha sido diseñada para desinflar las protestas, no es que los manifestantes se retiren debido a la escalada, estas hostilidades pretenden contrarrestar las manifestaciones.

-Durante la Guerra Fría, el filósofo francés Raymond Arond popularizó la máxima de «la paz es imposible, la guerra improbable». ¿Vivimos hoy una situación similar?

-Es una descripción correcta. Hace una semana estuvimos al borde de la guerra, fue una fase tensa, y viviremos más episodios así. Estamos en una era de desinformación, vemos a un presidente Trump con enormes poderes y un menguante equipo de expertos que está tomando decisiones que nos afectan a todos. Y esto es desafortunado.