Bruselas reniega del programa pactado por los populistas

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JOHN THYS | afp

Teme que el nuevo Ejecutivo italiano sabotee sus esfuerzos de articular una única voz en la UE para plantar cara a las tensiones proteccionistas de Trump

23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía no se ha estrenado, pero la coalición de gobierno italiana ya se asoma como una gigantesca pesadilla para los mercados, las cancillerías europeas y los cuarteles de las instituciones de la UE. El programa acordado por los líderes de la xenófoba Liga Norte y el antisistema Movimiento 5 Estrellas levanta ampollas en Bruselas.

Aunque las autoridades comunitarias deberían concederle un voto de confianza por cortesía y por imperativo democrático, los comisarios no esconden el profundo disgusto que les embarga tras analizar las líneas maestras de su programa, del que reniegan. «Hay algunas cosas que nos preocupan, sí», admitió ayer la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström. La sueca teme que el nuevo Ejecutivo italiano sabotee sus esfuerzos de articular una única voz en la UE para plantar cara a las tensiones proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump. Y es que el Gobierno italiano defiende políticas comerciales similares a las del magnate, proteccionismo y unilateralismo.

Malmström no es la única que ha alzado su voz para advertir de los riesgos que corre la UE si se confirma el repliegue y la insubordinación de Italia respecto a los compromisos adquiridos por los Veintiocho en materia económica, fiscal y migratoria. El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, quiso lanzar un aviso a navegantes desde el diario alemán Handelsblatt: «Italia debe seguir una política presupuestaria prudente», indicó.

El letón no ignora las intenciones de Salvini y Di Maio de dar la espalda a la austeridad, aumentar el gasto público, dar marcha atrás en el retraso de la edad de jubilación e instaurar una renta mínima, entre otras cosas, que agravarían la ya elevada deuda italiana. «Solo podemos recomendarles que sigan el curso en términos de políticas económicas y fiscales para estimular el crecimiento a través de reformas estructurales y para mantener el déficit presupuestario bajo control», insistió Dombrovskis.

Mucho más explícito fue el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, quien aseguró el pasado domingo que la estabilidad de la eurozona se vería «amenazada» si el Gobierno italiano no da su brazo a torcer y rompe con los compromisos que adquirió el país en los últimos años.

La UE cruza los dedos para que los más que probables encontronazos políticos entre Bruselas y Roma no desemboquen en un conflicto de la magnitud que adoptó la crisis griega. Italia es la cuarta potencia de la UE y tercera de la zona euro así que las tensiones eurófobas de su Ejecutivo demandarán mucha más mano izquierda. «Como dijo Juncker, Italia es de la mayor importancia para la UE, que no estaría completa sin la nación italiana y los italianos», sostuvo el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas.