El previsible futuro presidente, Miguel Díaz-Canel, llamó al voto para vencer el «designio imperialista»
12 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuba ha iniciado su camino para el relevo en el poder de Raúl Castro. Más de ocho millones de cubanos fueron llamados este domingo a las urnas para votar a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular en unos comicios que en la práctica suponen la ratificación de los candidatos, ya que concurren 605 aspirantes, el mismo número de escaños que tiene el Parlamento unicameral del país.
Raúl, quien lidera del país desde el 2008, cuando sustituyó a su hermano Fidel, ha cumplido su promesa de ocupar el cargo tan solo dos legislaturas, dejando paso a una renovación, aunque continuará a la cabeza del Partido Comunista Cubano (PCC), guardián del sistema político y económico de la isla.
El favorito en todas las quinielas para sucederle el próximo 19 de abril es Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años que actualmente ejerce como vicepresidente del Consejo de Estado. Antes fue ministro de Educación y dirigente del PCC en Villa Clara y Holguín. «Estoy seguro que más tarde que temprano venceremos el designio imperialista y derrumbaremos el bloqueo con el apoyo internacional contra EE.UU., también gracias a la resistencia y heroísmo de nuestro pueblo», dijo ayer Díaz-Canel tras emitir su voto.
Será, si se confirman los pronósticos, el primer sucesor de los Castro. Su llegada al poder supondría una renovación, ya que nació tras la Revolución de 1959, al contrario que la cúpula gobernante hasta ahora, aunque la mayoría de los expertos coinciden en que continuaría el ideario socialista de la isla. La renovación parlamentaria será sustancial. El 50 % de los parlamentarios en la Asamblea Nacional ocuparán su puesto por primera vez.
Los cubanos también votaron este domingo a 1.265 representantes a las asambleas provinciales. La oposición no participa en los comicios. Cualquier ciudadano puede ser electo, sea o no militante del PCC, pero los candidatos propuestos pasan por una votación vecinal y por las comisiones de candidaturas. Algunas organizaciones disidentes optaron, eso sí, por llamar al voto de los candidatos más jóvenes.