Kurz abre la puerta a gobernar Austria con la ultraderecha

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

LEONHARD FOEGER | Reuters

El joven conservador resalta las semejanzas en materia migratoria con los xenófobos del FPÖ, que aceptan su invitación a negociar

25 oct 2017 . Actualizado a las 07:29 h.

«Conmigo solo puede haber y habrá un Gobierno proeuropeo», aseguraba el martes Sebastian Kurz. Un objetivo que el joven jefe de los conservadores austríacos ha reiterado en varias ocasiones y que, sin embargo, parece estar cada vez más lejos. Semana y media después de las elecciones legislativas, el ganador y líder del Partido Popular (ÖVP) tiende la mano al ultranacionalista FPÖ como socio minoritario del nuevo Ejecutivo, una maniobra con la que Kurz, que con apenas 31 años se perfila como el mandatario más joven de la UE, no solo termina de materializar su viraje a la derecha, sino que además confirma el mayor temor de las instituciones comunitarias, que ya impusieron sanciones a la república alpina en febrero del 2000 por permitir el ingreso de una formación de extrema derecha en el Gobierno.

«El país se merece un Ejecutivo estable con una buena mayoría en el Parlamento», sostuvo el jefe del ÖVP, que heredó las riendas del maltrecho partido en mayo y, con un lavado de imagen sin precedentes, lo ha llevado hasta el primer puesto con el 31,5% de los sufragios en los comicios del 15 de octubre. Tras haber tanteado el viernes a las cuatro fuerzas que obtuvieron más del 4% necesario para entrar al Parlamento, quedó claro que la alianza más probable sería con el FPÖ, dada la negativa de los socialdemócratas del SPÖ a reeditar la gran coalición después de haber quedado segundos con el 29,9%.

«Austria se merece una rápida formación de Gobierno», afirmó optimista Kurz sobre unas conversaciones que arrancan hoy y que confía en que hayan finalizado en Navidad. Justificó su acercamiento a la ultraderecha en «la voluntad de conseguir un cambio» y en coincidencias programáticas como la bajada de impuestos y, sobre todo, el endurecimiento del asilo. La única condición es que el futuro Ejecutivo se convierta en un agente fortalecedor de la UE, apuntó Kurz, que insiste en forjar una política comunitaria en torno a grandes temas y dejar el resto a la soberanía nacional.

Una visión en la que está de acuerdo con el líder del Partido de la Libertad (FPÖ), quien aceptaba ayer la invitación de Kurz, destacando su tema capital. «Que la UE se limite a las áreas esenciales y sea ahí, por fin, activa; es decir, la protección de las fronteras exteriores, el tema de la migración, la expulsión de los ilegales, la firma de pactos de repatriación y ayuda sobre el terreno para evitar olas de refugiados como la de 2015», declaró Heinz-Christian Strache, quien logró el 26% de los votos el 15 de octubre y aspira a quedarse con el ministerio del Interior si progresan las negociaciones.