Macron dinamita a la derecha moderada

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Philippe abraza a su predecesor Cazeneuve, en el traspaso de poderes en Matignon.
Philippe abraza a su predecesor Cazeneuve, en el traspaso de poderes en Matignon. THOMAS SAMSON | AFP

Elige a Edouard Philippe como primer ministro para debilitar a los conservadores en las legislativas

16 may 2017 . Actualizado a las 08:45 h.

Emmanuel Macron eligió ayer al primer ministro que liderará la batalla por las elecciones legislativas de junio: el conservador Édouard Philippe. El alcalde de Le Havre y diputado de Los Republicanos (LR) fue recibido en el palacio de Matignon pocas horas después del anuncio, donde le recibió el anterior primer ministro de François Hollande, Bernard Cazeneuve, para realizar el traspaso de poderes. «Soy un hombre de derechas», subrayó el nuevo jefe de Gobierno, aunque puntualizó que estima a los políticos de izquierda guiados por «el interés general». Philippe pertenece a la rama más moderada de LR y es uno de los hombres fieles de Alain Juppé. Que el presidente centrista nombrase un primer ministro conservador no fue recibido con sorpresa. El normando es la última pieza en la estrategia de Macron para dejar a la derecha tradicional fuera de juego en las legislativas.

Se trata de una operación de seducción para atraer al máximo de diputados de LR a una mayoría parlamentaria de En Marcha la República (EMLR), la etiqueta de ¡En Marcha! en los comicios legislativos que ha presentado 428 candidatos de 577 y casi ninguno en circunscripciones conservadoras. La guinda del pastel: un primer ministro de la derecha moderada.

Su estrategia no tardó en dar sus frutos. Tres horas después del nombramiento de Philippe, una veintena de conservadores firmaron una llamada a «responder a la mano tendida por el presidente de la República». Entre ellos, figuras de peso de la derecha como la diputada Nathalie Kosciusko-Morizet y el exministro y alcalde de Niza Christian Estrosi, además de Jean-Louis Borloo, expresidente de la Unión Democrática Independiente, que se presenta a las legislativas en coalición con LR. Al igual que el nuevo primer ministro, los signatarios apelaron al «interés general» para solicitar que las «familias políticas de la derecha y del centro» respondan a Macron.

Sin embargo, un gran sector de la derecha ha visto en la decisión del presidente un ataque a la estabilidad del partido. Bernard Accoyer, presidente de la Asamblea Nacional durante la presidencia de  Nicolas Sarkozy, explicó que Philippe no será expulsado del partido, pero puso en duda su lealtad. «¿Votará a los candidatos de ¡En Marcha! del presidente que acaba de nombrarle o apoyará a los candidatos de LR/UDI?», preguntó en Twitter.

Bruno Retaillou, presidente del grupo conservador del Senado y mano derecha de Fillon en las presidenciales, culpó a Macron de querer «debilitar la derecha antes de las elecciones legislativas» y «desestabilizar a los electores».

Oportunidad, según el PS

En la izquierda, el Partido Socialista (PS) ha tomado el nombramiento como una oportunidad de oro para frenar las deserciones y presentarse como la verdadera oposición. «Ahora está claro: con un primer ministro de derechas, el Parlamento necesita la izquierda», escribió el secretario general de los socialistas, Jean-Christophe Cambadélis, en Twitter. Para Benoît Hamon, «no es ni serio ni creíble» pensar que «la izquierda se reconstruirá en una coalición dirigida por un miembro de Los Republicanos».

Sin embargo, con el Partido Socialista debilitado tras las presidenciales, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon es el mayor beneficiario de la decisión de Macron. El líder de Francia Insumisa asumió el liderazgo en la oposición desde que el exministro de Economía fue nombrado presidente y ayer publicó un vídeo para recordarlo. «No le deis plenos poderes a Macron y a su primer ministro, una cohabitación es necesaria», martilleó.

El protegido de Alain Juppé

Édouard Philippe es un desconocido para el público francés, al igual que lo fue Emmanuelle Macron cuando llegó al Ministerio de Economía en el 2014. El normando de 46 años también comparte con el presidente el mismo recorrido universitario. Primero, el Instituto de Ciencias Políticas de París (Sciences Po) y, después, la Escuela Nacional de Administración (ENA), el elitista centro por el que han pasado la mayoría de los políticos franceses. Durante sus años en Sciences Po militó en el Partido Socialista dentro de la corriente minoritaria de Michel Rocard, primer ministro de François Mitterrand, aunque acabó decantándose por el conservador Jacques Chirac, considerando que la línea socialdemócrata del primero y moderada del segundo se rozaban. Sin embargo, nunca ha renegado de su flirteo con el socialismo. «Tenía una verdadera estima y admiración por Rocard, cuya social-democracia tenía sentido», confirmó ayer a Le Monde.

Tras pasar por el Consejo de Estado a su salida de la ENA en 1997, en el 2001 dio sus primeros pasos en el Ayuntamiento de Le Havre, en el que se encargó de asuntos jurídicos. Un año más tarde conoció a Alain Juppé, cuando se presentó a las legislativas del 2002 en Sena-Marítimo. El ex primer ministro de Chirac estaba entonces en plena campaña para formar la Unión por un Movimiento Popular (UMP, hoy bajo el nombre de Los Republicanos) y le invitó a participar como director general de servicios. Philippe dejó sus funciones cuando Juppé dimitió en el 2004 a raíz de su imputación en un caso de creación de empleos falsos. Sin embargo, volvió a trabajar en su gabinete cuando ocupó la cartera de Ecología en el 2007.

«Ha crecido al lado de Alain Juppé desde hace hace 15 años. Es una filiación intelectual y política muy fuerte, siempre han estado de acuerdo en las grandes decisiones», explicó a Le Monde Gilles Boyer, próximo al alcalde de Burdeos.

Durante la campaña a las presidenciales, los rumores de un pacto político entre Juppé y Macron fueron constantes, incluso después de haber sido eliminado en las primarias. Nadie vio venir a su protegido, incluso políticamente más cercano al presidente que el propio Juppé. «Édouard es de derechas en los asuntos económicos, pero muy moderado en los asuntos sociales» apuntó Boyer, añadiendo que también fue «pragmático» desde que asumió la alcaldía de Le Havre en el 2010.

Su oposición en la ciudad lo compara con líder de ¡En Marcha!. «Un golpe a la izquierda, un golpe a la derecha… Es una anguila, va muy bien con Macron», considera su rival Nathalie Nail.

Un filme descriptivo

Coincidió en el instituto con el futuro realizador Laurent Cibien, con quien retomó contacto en el 2002. El periodista quería filmar una serie de documentales sobre él aprovechando que trabajaba tan cerca de la cúpula del UMP. Bajo el título Edouard, mi amigo de derechas, Cibien documentó la campaña a su reelección a la alcaldía de Le Havre en el 2015. El filme muestra a un Philippe haciendo equilibrios entre la seriedad y el humor, inquieto por la función de la clase política. «Si estás en política, debes tener permanentemente la preocupación de gobernar bien y la preocupación de ganar», explica Philippe a su equipo de campaña en una de las secuencias. El nuevo primer ministro también da un pequeño discurso sobre qué es el poder, que hoy suena a premonición: «Hay un elemento del poder que es central y es la capacidad de nombrar. El poder de un alcalde es poder constituir una lista, elegir sus colaboradores y decir ‘en este puesto estará él’; eso, es un verdadero elemento de poder y autoridad».

Comparte con el presidente estudiar en la ENA y su paso por las filas socialistas

Marine Le Pen recupera la presidencia del Frente Nacional

Más de una semana después de su derrota,  Marine Le Pen retoma las riendas del Frente Nacional (FN), después de que decidiera apartarse temporalmente del cargo para afrontar la segunda vuelta de las presidenciales.

Fue el presidente interino del FN y estrecho colaborador de Le Pen, Steeve Briois, quien anunció ayer vía Twitter que la excandidata vuelve a desempeñar el máximo cargo del FN. Briois se mostró «orgulloso de la confianza» que le dio y cerró su mensaje con un «¡rumbo a las legislativas!», en alusión a la cita electoral de junio. El entorno de Le Pen ha puesto en entredicho en los últimos días que esta vaya a concurrir en las legislativas, como se daba por hecho, ya que se encuentra «agotada», según la prensa francesa.