La carrera al Elíseo de Fillon se tambalea

Fernando Iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

CHRISTIAN HARTMANN | reuters

A las remuneraciones cobradas por su esposa por empleos ficticios, que se acercan ya al millón, se añade a los 84.000 euros que pagó a sus dos hijos como asistentes

01 feb 2017 . Actualizado a las 08:12 h.

Suma y sigue. El filón de los Fillon es inagotable y la carrera al Elíseo del candidato de la derecha se tambalea. Las ganancias bajo sospecha de Penélope, la matriarca, ya se acercan al millón de euros. El semanario Le Canard Enchaîné revela nuevos ingresos por su invisible trabajo como ayudante parlamentaria de su marido, François Fillon. Además, dos hijos del matrimonio cobraron otros 84.000 euros como asistentes de su padre cuando era senador. Por si fuera poco, Fillon ganaba además 17.600 euros mensuales con una asesoría particular. Sus portavoces desmienten el rumor de que entre los clientes figurara Vladimir Putin.

En reacción a las revelaciones, Fillon denunció una «operación de calumnia muy profesional, de una extrema amplitud y sin precedente en la V República». Añadió que se encontraba «sereno y confiado a la espera de la clausura de la investigación».

En el nuevo número, el Canard teje y desteje la mucha tela de Penélope. La semana pasada había revelado que ganó medio millón de euros de 1998 al 2002 como supuesta colaboradora del diputado Fillon y de su suplente cuando estaba en el Gobierno. Ahora eleva el cálculo a 831.440 euros al descubrir que también cobró entre 1988 y 1990, tres años más. A la estimación total hay que añadir los 100.000 euros percibidos en La Revue des Deux Mondes, propiedad de un multimillonario amigo de la familia. El magnate también financió durante más de un año el salario de la responsable de la campaña digital de Fillon, según el portal Médiapart.

El Canard evalúa en 57.084 y 26.651 euros las cantidades recibidas respectivamente por Marie y Charles Fillon como asistentes parlamentarios de su padre en el Senado entre el 2005 y el 2007. En un cortafuegos de nuevos incendios, el patriarca se adelantó a desvelar la semana pasada que «cuando era senador remuneré para misiones precisas a dos de mis hijos que eran abogados». En seguida se comprobó que en aquellas fechas aún eran estudiantes de Derecho. Ahora resulta que también disfrutaron de presuntos empleos ficticios, algo muy familiar.

Registro en la Asamblea

Tres fiscales y media docena de policías de los servicios anticorrupción se personaron ayer en la Asamblea Nacional y registraron el despacho de Fillon y varios anexos administrativos. Buscaban los contratos laborales que el matrimonio había sido incapaz de facilitar la víspera, cuando prestaron declaración como testigos durante cinco horas en Versalles.

Los investigadores comprobaron que Penélope Fillon nunca dispuso de acreditación, correo electrónico ni teléfono personal en la Cámara. Tampoco encontraron pruebas materiales de su tan bien retribuida actividad. Antonin Lévy, abogado de la pareja, declaró que el trabajo de colaborador parlamentario no es forzosamente «tangible y material».

Por su parte Bruno Retailleau, coordinador de la campaña del conservador, aseguró que la asesoría 2F Conseil no tenía clientes rusos. Esta empresa fue creada por Fillon en el 2012 cuando dejó de ser primer ministro. Entre el 2012 y el 2015 facturó más de un millón de euros, según reveló a finales de noviembre ‘Le Canard Enchaîné’. Fillon, el único empleado, se abonó un salario de 17.600 euros mensuales que se añadía a los 5.357 euros de emolumentos como diputado. El silencio sobre la clientela alimenta los rumores sobre intereses comerciales con Putin.

Ante el cariz cada vez más grave del escándalo, los estrategas del centro-derecha ya reflexionan en un plan B en caso de renuncia, voluntaria o forzosa, de su presidenciable. Según un sondeo de la firma Elabe, el 76 % de los franceses no se cree los argumentos de Fillon sobre los sueldos de su esposa.