Escalada de tensión entre EE.UU. y China por el control del mar del Sur

Sara R. Estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Disputa sobre el control del Mar de China Meridional
Alexia

Pekín condena el envío de un buque estadounidense a las disputadas aguas

28 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pekín no está dispuesta a que nadie ponga en duda su soberanía sobre el mar de China Meridional o mar del Sur, un territorio de gran valor estratégico, y así lo quiso dejar claro ayer al condenar enérgicamente la presencia de un buque de guerra de EE.UU. cerca del archipiélago de las Spratly, cuya soberanía reclama y en las que en los dos últimos años ha construido islas artificiales.

A pesar de que Washington venía semanas anunciando su intención de enviar barcos militares a la zona, China reaccionó con furia ante lo que considera «una provocación» contra la que «se reserva su derecho de tomar medidas». Escoltados por aviones de reconocimiento, el buque USS Lassen, un destructor lanzamisiles, navegó durante horas a menos de doce millas náuticas (22 kilómetros) del arrecife Subi, en las islas que se disputan China, Taiwán, Malasia, Brunéi, Vietnam y Filipinas.

El viceministro de Exteriores de China, Zhang Yesui, convocó al embajador de EE.UU., Max Baucus, para quejarse por la patrulla que considera «extremadamente irresponsable». Poco antes el ministro de Asuntos Exteriores, Lu Kang, Wang Yi, instaba a Estados Unidos a actuar con prudencia y a «no buscar problemas donde no los hay».

Este nuevo episodio ha elevado las habituales tensiones entre Pekín y Washington por la soberanía territorial de los mares del Sur y del Este de China. El primero se atribuye cada vez con mayor firmeza las islas que se disputa con sus vecinos y el segundo, con gran interés estratégico en la zona, desconfía de que las construcciones artificiales tengan fines militares y no solo civiles, como asegura China. Imágenes de satélite hechas públicas por agencias norteamericanas mostraron hace meses la creación de varios puertos, faros y una pista de aterrizaje.

Horas antes de la incursión del buque Lassen, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, explicó en rueda de prensa que «no tienes que pedir permiso a ningún país cuando estás ejerciendo tu derecho a la libertad de navegación en aguas internacionales». Washington destaca que cumple la ley porque la distancia de 12 millas náuticas determina por ley el territorio marítimo de un Estado pero, según la ONU, ese límite no es aplicable a islas construidas de forma artificial. Ante la insistencia de los senadores del comité ante el que comparecía, el jefe del Pentágono, Ashton Carter, finalmente confirmó que el buque navegó a menos de 12 millas de la isla.

La clave de las tensiones en la zona es que nunca se ha aclarado a quién pertenecen las islas cuya soberanía se atribuye China. Un punto estratégico por el que pasan un tercio de las rutas comerciales de todo el mundo. Además de ser un área rica en pesca, se cree que almacena reservas de gas y petróleo, aunque hasta ahora no se han podido llevar a cabo prospecciones para comprobarlo.

Estados Unidos ya ha anticipado que llevará acabo más patrullas. De momento, Pekín asegura que se «reserva el derecho» de actuar si este tipo de misiones continúan, sin concretar si eso incluye una respuesta militar.