Médicos sirios denuncian en la ONU un ataque con gas cloro contra civiles
INTERNACIONAL
El Consejo de Seguridad investiga ahora si el régimen de Bachar al Asad ha usado nuevamente armas químicas
18 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El 16 de marzo a las 8.30 de la noche, se oyó el sobrevuelo de los helicóptero sobre la ciudad siria de Sarmin. Luego, un ruido sordo seguido de un penetrante olor a lejía. Acto seguido, más de cien personas llegaron al hospital de campaña local: sin aliento, algunos vomitando y todos con olor a lejía. Seis de los heridos, todos de la misma familia, murieron.
Uno de los médicos que atendió a esas personas en el hospital de Sarmin relató el jueves esos hechos a los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, entre ellos España. Todos ellos pudieron ver un vídeo en el que los doctores trataban de resucitar a tres niños, de 1, 2 y 3 años, que literalmente se ahogaban. No lo lograron. Tampoco pudieron salvar a sus padres y a su abuela. La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power, describió cómo había sido la sesión informativa: «Si algún miembro no tenía lágrimas en los ojos, yo no lo vi».
Investigación
El Consejo de Seguridad investiga ahora si el régimen de Bachar al Asad ha usado nuevamente armas químicas, en este caso gas cloro. Al Asad y los rebeldes sirios enzarzados en una guerra civil, que deja ya 310.000 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, se acusan mutuamente de utilizar armas químicas.
La mayoría de los miembros del Consejo tienen una opinión clara: «Todas las pruebas muestran que el gas fue lanzado en bidones desde helicópteros y solo el régimen dispone de helicópteros». Pero Rusia y sus aliados, China y Venezuela, no aceptan esa atribución. Aunque Power recordaba ayer que en el 2013 todo el Consejo consiguió ponerse de acuerdo para convencer a Al Asad de que destruyera sus armas químicas. El cloro no estaba entre ellas porque también tiene uso civil, pero su empleo como arma está prohibida por las leyes internacionales.
La mayoría del Consejo trata ahora de demostrar que el ataque provino, sin duda, de las tropas de Al Asad. Ayer, en una entrevista a un diario sueco, el presidente sirio acusó a Turquía y Arabia Saudí de dar un apoyo decisivo a los grupos islamistas para lograr sus últimas conquistas en el noroeste de Siria. «El respaldo logístico y militar les llega desde Turquía y, por supuesto, el apoyo financiero desde Arabia Saudí y Catar, aseguró.