Temor a un estallido de violencia racial
14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La sensación sobre lo que ocurre en Misuri es la de una bomba a punto de estallar. En agosto un policía blanco, Darren Wilson, mató a un joven negro desarmado, Michael Brown, en la ciudad de Ferguson que ahora vive en tensa calma a la espera de la decisión del jurado sobre si procesar o no a Wilson. Pero las noticias que llegan son más que preocupantes.
La venta de armas ha aumentado un 50 % en los últimos días y la explicación de los expertos a ese crecimiento es que los vecinos se están preparando para lo que pueda pasar. El gobernador del Estado presentó hace dos días un plan de seguridad para el momento en el que el fallo se haga público. Aseguró que no tolerará nuevos disturbios y que la Guardia Nacional actuará desde el primer momento. Si no fuese suficiente, ayer se filtró que también Obama está muy preocupado por lo que pueda ocurrir y que, discretamente, ha ordenado a las agencias federales que apoyen a las autoridades locales en todo lo que necesiten para mantener la paz.
El gran jurado lleva reunido analizando el caso más de un mes y, aunque tiene de plazo hasta enero para tomar una decisión, parece que encontrará un veredicto este mismo mes y probablemente en pocos días. Su cometido es decidir si existe causa probable para juzgar al policía que disparó. Si la decisión es que sí se celebrará un juicio en el que se determinara la inocencia o culpabilidad de Wilson. Si la decisión es que no existe causa, el caso de Brown acabará ahí.
En el primero de los escenarios no se espera que se produzcan disturbios pero, en el segundo, que por lo que se ha filtrado hasta ahora parece lo más probable, todo indica que los ciudadanos de Ferguson retomarán las protestas que protagonizaron en septiembre. Las movilizaciones ahora podrían ser mucho más violentas aún que las que originaron los peores disturbios raciales del Estado en los últimos cien años.