Putin intenta calmar a Occidente

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

La liberación de Jodorkovski y la amnistía tratan de contrarrestar las medidas represivas impuestas en Rusia, que amagan con causar un boicot internacional a los Juegos de Sochi

22 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En los veinte meses que ya han transcurrido del actual mandato presidencial de Vladimir Putin, el tercero después de los dos que ejerció entre los años 2000 y 2008, se han adoptado medidas de carácter represivo y restrictivas de las libertades individuales sin precedentes en la Rusia postsoviética. Además del encarcelamiento de líderes opositores y el acoso a sus seguidores, se han aprobado leyes homófobas.

El presidente alemán, Joachim Gauck, ha anunciado que no acudirá a los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, que se celebran el próximo febrero, por el clima antidemocrático reinante en Rusia y por la constante vulneración de los derechos humanos. Su homólogo francés, François Hollande, se propone hacer lo mismo. También se ha unido al boicot esta semana la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, quien considera que «en la actual situación de Rusia, no veo la posibilidad política de ir a Sochi».

En este contexto, la crisis en Ucrania ha provocado otro enfrentamiento entre Rusia y la UE, también con Estados Unidos al estilo de la guerra fría. Y recuerda además a aquellos tiempos el despliegue de misiles tácticos con capacidad nuclear Iskander en el enclave ruso de Kaliningrado, fronterizo con Lituania y Polonia.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó el jueves de «injustificada» tal medida, que Moscú anunció en respuesta al escudo antimisiles de la Alianza. Algunos analistas rusos creen que en el Kremlin se han dado cuenta de que no es descartable un boicot a la cita olímpica de Sochi. La amnistía aprobada el miércoles por la Duma, que afecta a las Pussy Riot y a los activistas de Greenpeace, y el indulto al expatrón de la expropiada petrolera Yukos, Mijaíl Jodorkovski, constituyen un intento de poner freno a esta tendencia de deterioro de las relaciones entre Moscú y Occidente.

El factor económico

Contribuye también el factor económico. El Gobierno ruso acaba de corregir la previsión de crecimiento para el 2013, de 1,8 % al 1,4 %, y existe el convencimiento de que la liberación de Jodorkovski contribuirá a hacer que mejore el clima inversor. La bolsa subió tras el indulto. La utilización interesada de la Justicia y la Policía para acabar con la competencia por parte de funcionarios corruptos que tienen negocios, amañando los procesos y utilizando testigos y pruebas falsas, había llenado las prisiones rusas de empresarios. La actual amnistía está llamada a subsanar este problema.