El mundo apremia a EE.UU. para que evite la suspensión de pagos
INTERNACIONAL
Demócratas y republicanos siguen sin ser capaces de cerrar un acuerdo
15 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.China, Japón, la UE, el G20, los mayores bancos del mundo, los presidentes del Banco Mundial y del FMI? El mundo emite claras señales de alarma por la deriva del Congreso de EE.UU. y toda presión le parece poca para evitar que la mayor economía del mundo entre en suspensión de pagos, algo que podría suceder este jueves si la polarizada clase política norteamericana no alcanza antes un acuerdo.
La suspensión «dejaría pequeña la quiebra de Lehman Brothers de hace cinco años», dijo Jim Jong Kim, presidente del Banco Mundial, recordando el desencadenante de la crisis mundial del 2008. El ministro de Economía de Japón instó a «evitar esa situación», calificada de «absolutamente catastrófica» por el consejero delegado de Deutsche Bank, el mayor banco alemán. Responsables chinos llamaron a «desamericanizar» la economía mundial.
Los mercados empezaron cayendo ayer aunque se recuperaron debido a que aumentó la confianza en que los legisladores pacten antes del jueves. La negociación se encuentra ahora en el Senado. Allí deben ponerse de acuerdo demócratas y republicanos. Una vez logrado un acuerdo en el Senado, debe ser votado, y aprobado, por la Cámara de Representantes para ser enviado a la Casa Blanca y que Obama lo firme.
Aunque las instituciones legislativas son lo suficientemente ágiles para aprobarlo sin problema en un plazo breve si hay acuerdo, pende sobre ellas la amenaza de los extremistas del Tea Party. Hay cierto temor a que sus miembros puedan intentar alguna maniobra, similar a la que protagonizó Ted Cruz en el Senado con un discurso que duró 21 horas, para retrasar todo el proceso.
Ayer por la tarde se filtró que el acuerdo podía estar muy próximo pero que aún había negociaciones pendientes sobre la reducción del gasto del gobierno. El problema está en torno a unos 70.000 millones de dólares pero, más que en la cantidad, la diferencia estriba en cuándo introducir esos recortes. Los republicanos quieren que entren en vigor durante todo el año fiscal de 2014 que empezó el pasado 1 de octubre y los demócratas, que sean efectivos a partir del 15 de noviembre. Un indicio de que las diferencias persisten es que Obama canceló una reunión con parlamentarios demócratas y republicanos con la que pretendía escenificar que se producían avances.