La búsqueda de cadáveres en aguas de Lampedusa ha sido suspendida por el mal tiempo
05 oct 2013 . Actualizado a las 12:27 h.La tragedia del naufragio de Lampedusa que se ha cobrado hasta ahora 111 vidas, ha desatado la polémica entre el Gobierno italiano y la Unión Europea con mutuas acusaciones sobre la política de control de las fronteras. El ministro del Interior, Angelino Alfano, en su comparecencia ante la Cámara de Diputados, fue el primero en lanzar sus puyas contra Europa: «En la historia no ha habido jamás un Estado, una unión de Estados, que no haya asumido la responsabilidad de proteger sus fronteras. Un Estado que no protege sus fronteras no es un Estado; Europa tiene que decidir si ser o no ser. En el semestre italiano [de presidencia de la UE, segundo semestre del 2014] pondremos gran atención al tema estratégico con una Italia como puente de mando del Mediterráneo». Y aseguró que si no se cambia la política «la tragedia se repetirá».
En un programa de televisión, Alfano insistió en que «no es solo un problema italiano, es un drama europeo» y contó que había hablado con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, quien se ha comprometido a visitar Lampedusa: «Le haremos ver cómo es de verdad esta puerta de Europa». Añadió que propondrá el tema del control de las fronteras en la reunión de ministros en Luxemburgo la próxima semana, porque «debe ser Europa la que defiende la frontera diseñada con el tratado de Schengen». «Se tienen que hacer acuerdos europeos con los países de África porque este no es un problema solo italiano», añadió.
A Alfano se sumaron varios ministros, entre ellos el de Infraestructuras, Maurizio Lupi, quien dijo que «ha llegado la hora de que Italia levante la voz en Europa».
La réplica de Bruselas no se hizo esperar. La portavoz de la Comisión de Asuntos Internos, Michele Cercone, fue contundente: «Europa no está ausente, decirlo y pensarlo es una miopía italiana, fruto de políticos locales que no son capaces de dar una respuesta rápida al problema y entonces dicen que Europa no hace nada». Recordó que cada país había querido mantener su soberanía en asuntos de asilo e inmigración y que, pese a ello, «la UE gasta más de 40 millones de euros y gracias a Fontex [la agencia europea de protección de fronteras] se han salvado miles de vidas».
Alfano también ha tenido que responder a críticas internas sobre la ley Bossi-Fini de inmigración (2008), sobre todo por la introducción en el código penal de los delitos de clandestinidad y el de ayuda a la inmigración irregular para quien socorra en mar a los inmigrantes o incluso les alquile una vivienda.
Para la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, esa es la razón por la que muchos pesqueros no socorren a las barcazas. Las voces a favor de cambiar la ley llegan sobre todo de la izquierda, desde el Partido Democrático e Izquierda ecología y libertad hasta el presidente del Senado, Pietro Grasso.
Felicitaciones a los isleños
No todo son críticas por lo ocurrido en Lampedusa. La ONU aplaudió a la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, y a la ministra de la Integración, Cecile Kyenge, por promover la integración. También los isleños están recibiendo felicitaciones por su actitud ejemplar. Alfano ha propuesto su candidatura al Nobel de la Paz lanzada por un periodista.
En medio de una jornada de luto, con banderas a media asta y comercios cerrados en la isla,
los trabajos de recuperación de cuerpos fueron suspendidos a causa del mal tiempo. Antes, los submarinistas fotografiaron el casco del barco, donde se calcula hay 100 cuerpos. De los 111 cadáveres recuperados, la mitad son de mujeres y cuatro son de niños de entre uno y seis años. Otros 155 inmigrantes fueron rescatados.