Edward Snowden, un exfuncionario de la CIA, reveló el plan de espionaje de Estados Unidos en Internet

Agencias

INTERNACIONAL

Praxis Films / Laura Poitras

«Estoy dispuesto a sacrificar todo esto porque no puedo, en mi alma y mi conciencia, permitir esto», dice Edward Snowden, que ha pedido asilo a cualquier país que «crea en la libertad»

10 jun 2013 . Actualizado a las 13:26 h.

Un empleado de 29 años de una subcontrata estadounidense de Defensa es la fuente que reveló a The Guardian las informaciones confidenciales sobre los programas PRISM de vigilancia de las comunicaciones implementados por Estados Unidos, según publicó el domingo el diario británico. «No tengo ninguna intención de ocultarme porque sé que no hice nada malo», dijo Edward Snowden, que está en Hong Kong desde el 20 de mayo, en una entrevista publicada en el sitio web del periódico.

Mientras las autoridades estadounidenses anunciaron haber abierto una investigación para descubrir quién estaba detrás de las filtraciones, publicadas por The Guardian y The Washington Post la semana pasada, este exempleado de la CIA reconocía: «No creo que vuelva a ver mi hogar». El diario británico publicó en su sitio web una entrevista con Edward Snowden en video. Extécnico de la CIA, Snowden trabajó durante cuatro años en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) -de la que reveló documentos confidenciales- como empleado de varias subcontratistas, incluyendo Dell y Booz Allen Hamilton, su último empleador.

«Mi único objetivo es informar a la gente sobre lo que se está haciendo en su nombre y lo que se hace en su contra», declara a The Guardian. Hace tres semanas tuvo que dejar a su pareja, con la que disfrutaba de una vida cómoda en Hawai, para volar a Hong Kong antes de la divulgación de las filtraciones, dijo el diario británico. «Estoy dispuesto a sacrificar todo esto porque no puedo, en mi alma y mi conciencia, permitir al gobierno de Estados Unidos que destruya la vida privada, la libertad de internet y las libertades fundamentales de todo el mundo con este enorme sistema de monitoreo que se está llevado a cabo secretamente», dijo Snowden.

El extécnico de la CIA y exconsultor de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) que se responsabilizó de filtrar datos de ciberespionaje en EE.UU., ha dicho en una entrevista con el Washington Post que piensa buscar asilo.

«Tengo la intención de pedir asilo a cualquier país que crea en la libertad de expresión y se oponga a que la privacidad global sea la víctima», indicó al diario estadounidense Snowden, quien se encuentra actualmente en Hong Kong.

Snowden eligió la ciudad china porque «tiene un compromiso enérgico con la libertad de expresión y con el derecho a la disensión política» y porque cree que es uno de los pocos lugares del mundo que puede resistirse a los dictados del Gobierno de Estados Unidos. Desde su anuncio permanece recluido en la habitación de un hotel.

La extradición es posible

Tras la identificación de Edward Snowden como la fuente de las filtraciones que revelaron el programa de espionaje masivo del gobierno de Estados Unidos, algunos congresistas ya han reclamado su extradición.

La Región Administrativa Especial de Hong Kong, bajo soberanía china, tiene un acuerdo de extradición con Washington, en vigencia desde 1998. Por el contrario, China no tiene ningún acuerdo con Estados Unidos, aunque sí poder de veto para impedir que alguien que está en Hong Kong sea entregado a las autoridades norteamericanas.

Hong Kong puede negarse a extraditar a Snowden si el gobierno de Pekín así lo quiere, según la agencia DPA.

«Un gran daño a la seguridad»

En una entrevista con ABC News, el director nacional de Inteligencia de Estados Unidos, James Clapper, dijo que había pedido abrir una investigación para descubrir el origen de las revelaciones sobre los métodos empleados por sus servicios. «Espero que seamos capaces de dar con quien hizo esto, porque causa un gran daño a la seguridad de nuestro país», declaró sobre Snowden.

La semana pasada, los diarios revelaron que la NSA ha accedido desde el 2006 a registros de las horas y la duración de las llamadas realizadas en Estados Unidos a través de Verizon y otras empresas, como parte de una operación de vigilancia y recolección de datos para anticipar planes terroristas.