Corea del Sur despliega dos destructores equipados con sistemas para hacer frente a un posible ataque de dos misiles de medio alcance por parte del régimen norcoreano
06 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.¿El polvorín coreano podría volver a estallar? Las amenazas apocalípticas y los consiguientes movimientos de misiles y contradefensas se repiten día a día, pese a que muchos analistas siguen insistiendo en que la retórica belicista del líder norcoreano, Kim Jong-un, se quedará en eso, en retórica. Pero a la vez todos temen, incluida China, que las provocaciones diarias norcoreanas y la consiguiente respuesta de EE.UU. y sus aliados sean la chispa que encienda accidentalmente el polvorín. La enésima amenaza de Pyongyang fue el anuncio ayer de que no podrá garantizar la seguridad de las embajadas extranjeras a partir del 10 de abril, por lo que insta a evacuar al personal diplomático.
Tanto Rusia como el Reino Unido no tienen planes inmediatos de evacuación, pero Londres apuntó que está en contacto con sus socios para evaluar la evolución de la tensión y Berlín convocó al embajador de Corea del Norte para comunicarle «su inquietud» por la crisis.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó a los periodistas que le acompañan en su viaje a Uzbekistán que consideraba la declaración del régimen comunista más una sugerencia que una orden. De todas formas señaló que están en «estrecho contacto» con China, EE.UU. Japón y Corea del Sur.
Lavrov dijo que estaba «profundamente preocupado por la escalada de la tensión, que por ahora es verbal». Los analistas de Rusia, que comparte una frontera de 10 kilómetros con Corea del Norte, sugieren que Kim Jong-un no tiene intención real de ir a la guerra, pero advierten que la constante retórica bélica puede desencadenar un conflicto armado.
La UE no tiene representación en Pyongyang y solo siete de sus miembros (Reino Unido, Alemania, la República Checa, Suecia, Polonia, Bulgaria y Rumanía) tienen embajada allí.
Medidas de defensa
Corea del Sur desplegó ayer en sus costas este y oeste dos destructores equipados con el sistema Aegis para guiar y derribar misiles, después de que se anunciara que el Norte trasladó un segundo misil de medio alcance Musudan a su costa este y lo instaló en un lanzamisiles móvil, lo que aviva el temor a un inminente disparo. Para la Casa Blanca, el lanzamiento no sería una sorpresa.
Los dos buques surcoreanos se unen al refuerzo militar de EE.UU. en el Pacífico para afrontar un posible ataque norcoreano. Poco se sabe de la capacidad del misil Musudan, jamás ensayado en vuelo, y que teóricamente puede alcanzar Corea del Sur, Japón y la base militar estadounidense de Guam. Pese a las medidas tomadas, Seúl afirmó que no descarta que el Norte efectúe un ensayo del misil en lugar de un acto hostil.