Golpe casi de gracia a las FARC

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Su máximo jefe fue abatido tras siete horas de persecución por la selva

06 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las FARC perdieron ayer a su máximo jefe en los últimos tres años, Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, en una operación bautizada con el nombre de Odiseo y que el Gobierno calificó como «un gran golpe, un golpe histórico» contra la guerrilla más antigua de Latinoamérica en sus 47 años de historia. La muerte de Cano, de 63 años, abre un período de incertidumbre, en el que las FARC, con su cúpula descabezada y desmoralizada su tropa, debe elegir entre continuar con la lucha armada o iniciar negociaciones de paz. El presidente Juan Manuel Santos ya reiteró que está abierto al diálogo, aunque necesita «señales muy claras».

Nada más conocer el éxito de la operación, Santos anunció en un mensaje a la nación que se trata «del golpe más contundente que se ha dado a esta organización en toda su historia». De inmediato llamó a los guerrilleros a desmovilizarse y a optar por la vía de la paz. «Desmovilícense o terminarán en una cárcel o en la tumba», aseveró.

Delatores en las FARC

Santos confirmó horas después en la ciudad de Popayán -adonde fue trasladado el cadáver y donde se reunió con los mandos militares- que «gente de dentro de las FARC» ayudó a la «impecable» operación militar que la inteligencia empezó a pergeñar el 15 de octubre.

Alfonso Cano, al mando de las FARC tras la muerte en el 2008 del histórico líder Manuel Marulanda, alias Tirofijo, perdió la vida después de una persecución que duró más de siete horas en la selva escarpada del municipio de Suárez, una zona rural departamento de Cauca, bastión histórico por el que se movía junto con 14 guerrilleros y del que no había podido salir por la presión militar desde hacía dos meses.

Durante días, la fuerza aérea y expertos en inteligencia electrónica rastrearon el punto exacto de su campamento y los anillos de seguridad que lo rodeaban, según explica el diario El Espectador. El primer bombardeo fue hace una semana y lo llevaron a cabo aviones Arpías, en un operativo casi calcado al que hace un año acabó con otro líder histórico, el Mono Jojoy.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, fue el encargado de dar los detalles a la prensa del operativo, que contó con el despliegue de un millar de hombres y 18 aeronaves. La operación se inició a las 8.30 horas del viernes con un bombardeo contra el campamento. Después, helicóptero artillados desembarcaron tropas de tierra e iniciaron la persecución. Según El Espectador, un soldado afirmó que Cano estaba herido durante su huida. En medio de los combates fue abatido el Zorro, uno de los miembros de su guardia, y Patricia, compañera sentimental de Cano. Además, fue capturado el Indio Efraín, su jefe de seguridad. Pinzón dejó claro que el líder guerrillero murió en medio de un combate. Una versión que confirmó un soldado a radio RCN: «El hombre no se entregó y prácticamente se enfrentó a la tropa hasta la muerte». Cano se había afeitado y carecía de la gruesa barba que siempre lo caracterizó, así como de sus gafas redondas.

Su muerte es un punto de inflexión. El desenlace está en manos de los que suenan para sucederle, Iván Márquez y Timoleón Jiménez, alias Timochenko.