EE.UU. sube la guardia por el 11-S

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Existe una amenaza creíble de que Al Qaida intente vengar a Bin Laden con un atentado

10 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Policías con cascos, chalecos antibalas y perros. Eso es lo que encuentran los habitantes de Nueva York y Washington desde ayer cuando toman el metro, entran en alguna estación de tren o en uno de sus aeropuertos o simplemente viajan en coche. La razón es una amenaza terrorista «concreta y creíble, aunque sin confirmar», según el comunicado emitido por el Departamento de Seguridad Nacional.

Uno de los neoyorquinos que se encontraron con ese panorama en el metro fue el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, que no cambió su hábito de acudir hasta el Ayuntamiento utilizando ese medio de transporte. El regidor alentó a sus convecinos a «volver a trabajar y dejar la seguridad de la ciudad en manos de los profesionales», aunque también repitió el lema de la Gran Manzana: «Si ven algo, digan algo».

Según se ha filtrado, las fuerzas de seguridad estadounidense estarían investigando la entrada en el país hace menos de un mes de tres individuos cercanos a Al Qaida de los que al menos uno es estadounidense. La intención de estos presuntos terroristas sería la de hacer explotar un coche o camión bomba en algún túnel o puente de Washington o Nueva York.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, que ayer se encontraba en Nueva York para participar en algunos de los actos de conmemoración del décimo aniversario de los atentados, también se refirió a la situación de alarma: «Una amenaza específica de que otra vez Al Qaida está intentando atacar a los estadounidenses», dijo.

Todos los años, en los días cercanos al aniversario de los ataques del 11-S, que este año será mañana domingo, las autoridades estadounidenses refuerzan los controles de seguridad en el país. Pero este año, además, reconocen que la alerta es mayor ya que Al Qaida puede querer vengar la muerte de Osama Bin Laden. El jefe de la organización terrorista murió el pasado 2 de mayo a manos del Ejército estadounidense.

A pesar de la amenaza, las instituciones han confirmado que los actos de conmemoración del décimo aniversario seguirán adelante como se había previsto. La Casa Blanca emitió un comunicado en el que se asegura que el presidente Obama no ha cambiado su intención de acudir a los principales actos que se celebrarán en Nueva York, Pensilvania y Washington.

Mientras tanto, las conmemoraciones siguen produciéndose en todo el país. Ayer, el Congreso federal aprobó una resolución de recuerdo a las víctimas y de apoyo a sus familiares. Y la ciudad de Nueva York acoge estos días decenas de actos de evocación: de los bomberos, los policías, los trabajadores, la Bolsa, las escuelas, las iglesias y los barrios.