La coalición presionará a Gadafi hasta que deje el poder en Libia

Imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Un grupo de contacto formado por 20 países coordinará la acción política

30 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Muamar el Gadafi debe marcharse, porque ya no puede formar parte del futuro de Libia, y la coalición aumentará la presión para para aislarlo y provocar su salida de Libia. Esta es la principal conclusión de la conferencia internacional celebrada ayer en Londres para comenzar a diseñar una Libia sin el dictador. Con ese objetivo se acordó crear un grupo de contacto formado por una veintena de países para dirigir y coordinar los esfuerzos políticos, ahora que el mando militar está en manos de la OTAN. Su primera reunión, aún sin fecha, tendrá lugar en Qatar, el país árabe que más se ha involucrado en la intervención militar en Libia.

La crème de la diplomacia internacional acudió ayer a la capital británica: 36 ministros de Exteriores, varios de mayoría musulmana, y representantes de la ONU, la OTAN, la UE, el Vaticano, Liga Árabe, Conferencia Islámica y la Unión Africana. Su tarea era planear la siguiente fase de la presión internacional.

El primer ministro británico, David Cameron, inauguró la conferencia con un doble mensaje: «La comunidad internacional debe reafirmar su compromiso con las resoluciones 1970 y 1973 de la ONU, pero también con la alianza militar que ha permitido aplicarlas». En el mismo sentido se expresó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, cuando dijo que «la acción militar aliada en Libia proseguirá hasta que Gadafi cese sus ataques contra civiles».

Mediación italiana

Pero ¿cómo y a dónde ser irá Gadafi? Fue una pregunta todavía sin respuesta. El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, avanzó a posibilidad de que Gadafi se vaya, asegurando que «hay países africanos que podrían ofrecer su hospitalidad» al coronel libio aunque «aún no hay propuestas formales», según informa la corresponsal de La Voz en Roma. La prensa italiana afirma Musa Kusa, ministro de Exteriores libio, se encuentra en Túnez, donde estaría tratando con una delegación italiana «una correcta vía de escape» para Gadafi.

Por la mañana, Hague reconoció que el exilio podría ser una forma de poner fin al conflicto, aunque recalcó que Gadafi debería rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad.

En las horas previas a la cita, la oposición a Gadafi recibió el apoyo de la coalición pese a no participar oficialmente en la conferencia. Su representante, Mahmud Yibril, se reunió con el ministro de Exteriores británico, William Hague, y sus homólogo alemán, Guido Westerwelle, y Hillary Clinton.

Yibril presentó un documento en el que se recogen las bases para asegurar una transición a la democracia, que incluye celebrar elecciones «libres y justas como paso para la formación de una Libia democrática y pluralista que condenará el terrorismo y la violencia».

En un mensaje destinado a Londres, Gadafi pidió a la coalición internacional que cese su «agresión salvaje» contra Libia -que comparó con las campañas de Hitler en Europa-.

Armas para los rebeldes

Aunque el asunto de armar a los sublevados para ayudar a derrocar al dictador no fue discutido en la reunión de Londres, como aclaró Hague, su homólogo francés, Alain Juppé, declaró estar dispuesto a discutir con sus aliados sobre una ayuda militar a los rebeldes.

Idea refrendada también ante la prensa por Hillary Clinton, que defendió la legalidad de una eventual decisión de armar a los sublevados, aunque señaló que Washington no ha tomado ninguna decisión.

La OTAN está «para proteger a las poblaciones, no para armarlas», estimó su secretario general, Anders Fogh Rasmussen.

«Gadafi ha perdido la legitimidad y tendrá que responder por sus actos»

William Hague

«La opción del exilio no es incompatible con un posible proceso judicial en el Tribunal Penal»

Trinidad Jiménez