Los agentes blindan el centro de Argel e impiden el paso a los rebeldes

javier garcía ARGEL / EFE

INTERNACIONAL

20 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un intenso despliegue policial impidió ayer de nuevo por la fuerza que cientos de personas se manifestaran en el centro de Argel convocados por la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC) para pedir la democratización del régimen argelino.

Unos 900 agentes policiales y antidisturbios tomaron desde primeras horas de la mañana la plaza del Primero de Mayo en el centro de la capital, donde debía arrancar la manifestación, y se desplegaron en cordones por las calles adyacentes reprimiendo cualquier intento de entrar en la plaza.

Los agentes empujaron y cargaron con porras contra los manifestantes cada vez que estos permanecían parados unos minutos, dividiéndolos en grupos hasta que consiguieron disolver las protestas.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y estudiantes, pero también trabajadores de diferentes sectores, abogados y militantes de derechos humanos, gritaron consignas como «estamos hartos de este poder», «abajo la opresión» u otras como «poder asesino» cuando la policía empleaba la violencia.

Los agentes franquearon, sin embargo, el paso a decenas de adolescentes que gritaban consignas a favor del presidente Abdelaziz Buteflika.

Y entre todos ellos, zarandeado y vapuleado pero firme en su determinación a sus 91 años, la figura más apreciada y popular de la CNDC: el presidente de honor de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), Ali Yahia Abdenur. Según fuentes de la CNCD, al menos diez personas resultaron heridas por las cargas policiales, entre ellas dos de gravedad. Y añadieron que las autoridades cortaron los trenes de cercanías hacia Argel y el transporte público en autobús para impedir el acceso a la protesta.