Los festines vuelven al agrietado Camelot de la banca europea

Xosé Vázquez Gago

INTERNACIONAL

La City recupera los exagerados pluses salariales de los buenos viejos tiemposLa cuaresma en materia de bonus ha terminado y el corazón financiero del Reino Unido recobra poco a poco retribuciones de escándalo para un país en crisis«Los recortes van a ser peores que en los ochenta y el próximo primer ministro va a sufrir para mantener su popularidad»

01 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La City es el corazón de Londres. Sus fronteras, hoy señaladas por pequeños dragones blancos adornados con el rojo y blanco de San Jorge, coinciden con las de la antigua colonia romana de Londinium. Es un corazón arrítmico que necesita sangre a borbotones entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, cuando acuden a trabajar unas 300.000 personas, pero que parece hibernar de noche, cuando solo quedan sus 10.000 escasos vecinos. Es un espectáculo ver acudir a sus puestos a miles de trajeados a primera hora de la mañana. Muchos disfrutan de su aperitivo entre las 12 y las 13. Un simple sándwich mordisqueado en plena calle. A las seis, muchos acuden a los pubs rodeados de bancos del barrio para comentar la jornada. Pero la visión idealizada que muchos británicos tenían de esos hombres y mujeres que parecían nadar en dinero se rompió en el 2007. Responsabilizaban, pero en menor medida que a sus jefes y a sus colegas de Nueva York, del brutal colapso financiero que llevó a pensar en la refundación del capitalismo. En plena tormenta hubo contrición y los comportamientos más criticados e incomprensibles en plena recesión, como los bonus millonarios, se redujeron. Pero hay indicios de que la Cuaresma ha terminado y que la City intenta volver a ser lo que fue. Empezaron antes del fin de la recesión. En octubre del año pasado, Lord Griffiths, un antiguo asesor de Margaret Thatcher, vicesecretario de Goldman Sachs, afirmó durante una conferencia en la catedral de San Pablo sobre ética de mercado que los bancos no deberían «avergonzarse» de premiar a sus empleados y que el público debería entender que la desproporción de los sueldos de los banqueros es un camino para alcanzar una mayor prosperidad para todos. No tardaron en hacerle caso. En el 2009 los bonus pagados a empleados de la City ascendieron a 6.000 millones de libras. Pero en esa búsqueda de la «mayor prosperidad», este año serán 6.800 y en el 2011 y 2012 se calcula que ascenderán a 7.200 y 7.700 millones, respectivamente. A ese ritmo, todavía serán necesarios varios años para que la City vuelva a repartir los 10.200 millones de libras del 2007, el año del batacazo financiero, pero ya se ha avanzado mucho desde el 2008 de contrición, cuando solo se repartieron 4.000. Aún así, las cosas nunca volverán a ser del todo como hace tres años, ya que el Gobierno ha impuesto una tasa del 50% para las rentas de más de 150.000 libras, por lo que el Estado acabará ingresando unos 4.000 millones de libras al sumarle las contribuciones a la seguridad social y otras tasas. Por ese motivo, el aumento de bonus ha sido visto con buenos ojos por organismos como el Centro para a la Investigación Financiera y Económica. Pero otros analistas temen que una vuelta a los comportamientos anteriores al 2007 pueda desencadenar una crisis de mayores dimensiones, y abogan por una reforma en profundidad de la normas del sistema bancario y financiero. Gran parte de la opinión pública coincide con esa postura e incluso el actual primer ministro, Gordon Brown, poco amigo de reconocer errores, se ha reprochado que los laboristas fallaron a la hora de poner límites a la banca. Pero, como está comprobando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en Wall Street, va a ser difícil poner límites a la City. El londinense fue hasta principios de este año el distrito financiero más fuerte del mundo y, aunque Nueva York le ha robado la posición, los grandes vuelven a hacer mucho dinero allí. Los beneficios de JP Morgan fueron un 55% más elevados en el primer cuatrimestre de este año que en el mismo período del 2009. También el banco Goldman Sachs, que está siendo investigado por fraude en Estados Unidos, mejoró sus cuentas y pagará a sus empleados 3.300 millones de libras.