La oposición iraní dice que Musavi y Karrubi fueron desterrados al norte

Nolo Mariño

INTERNACIONAL

La agencia oficial del régimen asegura, sin embargo, que ambos líderes huyeron de Teherán

31 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El destino de los dos principales dirigentes de la oposición iraní, Mir Hoseín Musavi y Mehdi Karrubi, está desde anoche sumido en una gran confusión. Una guerra de comunicados y contracomunicados entre la agencia oficial de noticias y las páginas web reformistas inquietaron a los seguidores del movimiento opositor. Según Rahesabz, el principal foro reformista, ambos líderes habían sido conducidos a un pueblo a orillas del mar Caspio por las fuerzas de seguridad. Para la agencia oficial IRNA, los dos dirigentes habían huido de Teherán. «Dos de los actores que jugaron un importante papel en inflamar la tensión en Irán después de las votaciones huyeron de Teherán y se refugiaron en el norte, porque tenían miedo de la gente, que está exigiendo su castigo», afirmaba la agencia. Poco después, Mehdi Karrubi, hijo del clérigo reformista, negó las informaciones oficiales y dijo que su padre seguía en Teherán. Para él, solo son rumores destinados a agitar al pueblo. El servicio restringido de IRNA, solo accesible para determinados dirigentes, aseguraba que fueron fuerzas especiales de los Pasdarán (Guardias Revolucionarios) y los servicios secretos los que condujeron a los dos opositores hasta una suerte de destierro en el pueblo costero de Kelar-Abad. En las últimas semanas el ala dura del régimen ha pedido con insistencia la detención de ambos dirigentes, a pesar de que poco o nada tienen ya que ver con las protestas que sacuden al país. Por otro lado, el Gobierno teme una reacción popular. «Su detención no está prevista. No queremos darles más importancia deteniéndolos», declaró ayer el vicejefe de la policía iraní, Ahmed Reza Radan. En este contexto de máxima tensión, Teherán y otras ciudades iraníes vivieron ayer una serie de manifestaciones, auspiciadas por el régimen, en las que decenas de miles de personas dieron su respaldo a las autoridades, y en particular al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Durante las manifestaciones se oyeron gritos pidiendo la ejecución de los opositores. «Muerte a Musavi» fue el eslogan más coreado por cientos de funcionarios que tuvieron el día libre. También los estudiantes disfrutaron de un día de asueto (se llegaron a cancelar los exámenes previstos) para que pudieran mostrar su afecto por el líder. Entierro de Ali Musavi El ministro de Inteligencia iraní, Heydar Moslehi, aseguró que el grupo opositor Muyahidines del Pueblo de Irán (OMPI) pudo ser el responsable de la muerte del sobrino de Musavi. Según la agencia de noticias Fars, Moslehi aseguró que no había duda de que el grupo estuvo involucrado en la muerte de Ali Musavi, que ayer fue enterrado en el sur de Teherán en una ceremonia apresurada para evitar que el acto se convirtiera en un nuevo foco de manifestaciones. Moslehi negó que el sobrino de Musavi muriera en los enfrentamientos entre manifestantes y policía y sostuvo que el incidente fue un acto aislado perpetrado por desconocidos que conducían un automóvil robado. El OMPI es considerado un grupo terrorista tanto por las autoridades iraníes como por EE.?UU.. pero no por la UE, que lo sacó este año de la lista. Sanciones al Gobierno Entretanto, la ONU acusó ayer a Irán de abusar de la fuerza para reprimir a los manifestantes. EE.?UU. prepara «sanciones contra miembros selectos» del Gobierno iraní, lo que supone la adopción de una actitud más agresiva hacia Teherán, informó The Washington Post. Italia ha pedido a las capitales europeas que convoquen a los embajadores iraníes y que, a la vez, la presidencia de la UE dé un paso formal hacia el Gobierno de Teherán para que acabe con la violencia.