Brown sanciona a un ex ministro que pagó con dinero público una falsa hipoteca

Imanol Allende

INTERNACIONAL

15 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El escándalo sobre el cobro de gastos injustificables de los parlamentarios británicos ya se cobró sus dos primeras víctimas políticas. El mismo día que el primer ministro británico, Gordon Brown, anunció el chupinazo de la campaña electoral de las europeas y municipales del 4 de junio, reveló la suspensión durante seis meses del ex ministro Elliot Morley de sus labores como parlamentario. También ayer, Andrew Mackay, asesor del líder tory David Cameron, anunció su dimisión por el mismo escándalo.

Morley no solo hace frente a la sanción impuesta por su partido, de seis meses de inhabilitación parlamentaria, sino que también podría verse sometido a una investigación policial. El ex ministro reclamó como dietas y gastos parlamentarios por valor de unos 17.800 euros -unos 850 euros al mes durante 21 meses-, la hipoteca de una segunda vivienda, cargo que no existía porque ya había sido cancelada.

«Mala contabilidad»

Un portavoz del Partido Laborista anunció que Morley ya devolvió este dinero público. Este ex ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación bajo el Gobierno de Tony Blair se disculpó ayer por su «mala contabilidad».

La acción de Brown se ha interpretado como una demostración de su deseo por restablecer el orden y la autoridad en el partido.

Por otro lado, el líder conservador británico valoró como inaceptable el comportamiento de su asesor Mackay, que durante ocho o nueve años y junto a su esposa, Julie, también diputada conservadora, cometieron irregularidades en el cobro de gastos. Mientras que Mackay reclamó 24.000 euros en gastos por su segunda vivienda, una casa en Londres con una hipoteca conjunta, su esposa presentó también como gastos por segunda vivienda los derivados por el mantenimiento de la casa principal de la pareja en los Midlands.

Alrededor de doce parlamentarios han decidido devolver unos 20.000 euros, dinero reclamado como gasto injustificable e inaceptable.