Al menos nueve soldados estadounidenses perecen en la ofensiva contra Al Qaida

AGENCIAS KABUL / WASHINGTON

INTERNACIONAL

Siete fallecieron y decenas fueron heridos al ser alcanzados dos helicópteros en el sureste de Afganistán

04 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Cinco meses después de lanzar su «cruzada contra el mal» en Afganistán, EE UU encuentra la resistencia de un enemigo resuelto, que desde el viernes mató a nueve soldados, hirió a varias decenas, destruyó un helicóptero y dañó a otro. El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, admitió que sus tropas habían perdido ayer siete hombres. En uno de los incidentes los rebeldes alcanzaron un helicóptero de transporte Chinook MH-47 posiblemente con un lanzagranadas. Seis soldados murieron cuando la nave cayó en tierra o en el tiroteo que ocurrió después. En otro incidente un helicóptero fue alcanzado y realizó un aterrizaje de emergencia. Luego levantó el vuelo y llegó dañado a su base, con un soldado muerto a bordo. El presidente George Bush lamentó la muerte de los militares y advirtió a sus conciudadanos que la ampliación de la «guerra contra el terrorismo» traerá más bajas, según comunicó la Casa Blanca. En la operación, se ha movilizado más de 1.000 soldados estadounidenses y otros contingentes de afganos coaligados y tropas de Canadá, Australia, Alemania, Francia, Dinamarca y Noruega. Estas tropas continuaban ayer sin éxito tratando de acabar con el reducto que los militantes de Al Qaida han creado en un inaccesible macizo al sureste de Gardez. El mismo Rumsfeld reconoció que «la tarea está muy lejos de completarse».