Sin puntos que tapen los problemas

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Joaquín de Haro

El Celta repitió los mismos errores pero se volvió de vacío de Elche tras dos triunfos

04 oct 2021 . Actualizado a las 21:24 h.

El Celta no da signos de mejora y, por el contrario, aumenta las señales de alarma. Las dos victorias de las jornadas anteriores habían espantado los fantasmas y también desviado la atención sobre los problemas del equipo, que en el Martínez Valero volvieron a evidenciarse, esta vez con una nueva derrota como resultado. Los célticos solo han puntuado en tres de los ocho partidos disputados y, más allá de eso, las sensaciones distan mucho de ser positivas. A la vuelta del parón espera un Sevilla que no lo pondrá fácil para volver a la senda de la victoria.

Once

Sin cambios en el equipo titular por primera vez

Por primera vez en lo que va de temporada, Eduardo Coudet repitió once. Esto supuso dejar a Denis Suárez en el banquillo por tercera vez -saldría en la segunda parte, como en las ocasiones anteriores - y apostar nuevamente por Fran Beltrán; también decantarse por Nolito en detrimento de Franco Cervi. La pareja de centrales Néstor Araujo-Jeison Murillo está más que consolidada y el resto de los futbolistas que salieron de cara en el Martínez Valero son los indiscutibles del Chacho.

Arranque

Posesión y dominio sin profundidad ni ocasiones

El Celta solo ha marcado dos goles en la primera parte y fueron en el mismo partido, en la derrota del Bernabéu. Ayer, volvió a irse al descanso sin ver portería -tampoco lo haría en la segunda- tras una primera parte que recordó a partidos anteriores. La posesión fue celeste (60,2 %) y el equipo se hizo con el dominio, aunque fue un duelo disputado donde los visitantes volvieron a pecar de falta de profundidad, abusando de los pases horizontales y mostrándose incapaces no ya de crear ocasiones, sino de generar sensación de peligro. No hubo tiros a puerta por parte de ninguno de los dos equipos antes del paso por vestuarios.

Posesión estéril

Maniatando al Elche sin frutos en ataque

Si bien el Celta apenas generó peligro sobre la portería de Kiko Casilla, tampoco sufrió en defensa en la primera mitad. El único susto fue un mano a mano de Benedetto con Dituro que salvó Renato Tapia en la línea de gol, aunque probablemente, de haber sido revisada, la jugada se habría anulado por fuera de juego. Los de Eduardo Coudet lograron minimizar las oportunidades de contra para el equipo de Escribá a base de pases de seguridad y evitar riesgos que pudieran dar facilidades al rival. Pero eso se tradujo también en esa falta de profundidad que les impidió generar opciones de gol. De ahí el 0-0, y casi sin ninguna ocasión, al descanso.

Espejismo

Un buen pero fugaz inicio de segunda mitad

Los primeros compases del segundo tiempo resultaron ser un auténtico espejismo. El Celta tuvo un par de aproximaciones de peligro y generó la esperanza de que se podía ver una segunda mitad diferente a la primera. Y lo fue, pero para peor. Especialmente después de que Benedetto adelantara a su equipo a los 49 minutos tras de una falta de entendimiento entre Renato Tapia y Jeison Murillo.

Cambios

Los refrescos esperados que no mejoraron al equipo

Tras varias jornadas realizando cambios en el descanso, Coudet volvió a esperar a la última media hora, pero sus sustituciones no se salieron del guion, especialmente las entradas de Cervi por Nolito y Denis por Beltrán, ambas en el 61 y en ambos casos arrastrando molestias los jugadores sustituidos. Los otros tres relevos fueron en el 70, retirándose también tocados Brais Méndez, Renato Tapia y Jeison Murillo y entrando por ellos Thiago Galhardo, Augusto Solari y Okay Yokuslu. El equipo no mejoró con los cambios.

Desenlace

Gol anulado a Aspas, palo de Galhardo y poco más

La recta final del partido fue un auténtico dolor. El Celta se derrumbó tras encajar y los cambios no surtieron el efecto esperado, aunque Galhardo envío un balón al palo en una de las ocasiones más claras del partido. La otra fue un gol anulado a Iago Aspas por mano previa del moañés, que ya había celebrado el que pensó que sería el gol del empate en el descuento. Pero Munuera Montero dijo que no y el Celta se volvió de vacío.