El puzle no termina de encajar

la voz VIGO

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Olaza sigue sin aclarar su futuro, lo que deja en espera la llegada de Cervi al Celta, mientras la salida de Okay, pendiente de oficializar, abre la puerta a un delantero

30 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A falta de tres días para el cierre del mercado invernal, el Celta ultima una maniobra de riesgo para recomponer su plantilla pero por el momento su complejo puzle no termina de encajar. La apuesta del conjunto vigués sigue siendo la de prescindir de Lucas Olaza y Boca Juniors tiene una negociación avanzada con el Valladolid, pero fuentes muy cercanas al jugador confirmaron que todavía no hay nada cerrado y que baraja otras alternativas. Su salida es un paso obligado para la llegada de Franco Cervi, que en teoría jugó su último partido y se despidió del Benfica el jueves. De un modo paralelo, Okay tiene su pase cerrado, como cedido sin opción de compra al West Bromwich Albion, lo que también agita el mercado para fichar a un delantero que tiene que ser comunitario.

Olaza y Okay entrenaron ayer en la ciudad deportiva de Mos, esa es la única certeza absoluta de un día muy movido en plena cuenta atrás para el cierre del mercado (el lunes a las 12 de la noche).

Desde Argentina se anunció que Boca Juniors había cerrado el pase de Olaza al Valladolid, e incluso se apuntó que era una cesión con opción obligatoria de compra por valor de cuatro millones de euros si los pucelanos se mantienen en Primera División, pero el entorno del uruguayo desmiente este escenario: «No hay nada cerrado». Olaza, que sigue profundamente disgustado con el Celta y que no se considera merecedor del trato recibido, está barajando varias opciones para salir y todavía no se ha decidido por ninguna. «Varios equipos se han interesado por él», confirman fuentes próximas al jugador.

La salida de Olaza es clave para que Coudet pueda contar con el deseado Franco Cervi. El Chucky, al que moldeó en Rosario Central jugó el jueves partido de la Copa de Portugal con el Benfica y marcó el tercer tanto ante Os Belenenses. Después fue sustituido y tanto su celebración como su salida del campo apuntaban a despedida del equipo al que llegó en el año 2016. Incluso desde Portugal se llegó a indicar ayer un viaje inminente a Vigo, aunque la situación de covid-19 que viven los benfiquistas y el escenario de crisis sanitaria que atraviesa el país luso recomiendan cautela en los movimientos.

La tercera ficha del puzle es Okay Yokuslu, el otomano que sí parece tener cerrado por completo el acuerdo con el West Bromwich Albion, además en las condiciones que él mismo impuso. Es decir, se marcha cedido sin opción de compra hasta final de temporada con la esperanza de revalorizarse y encontrar después un destino mejor, aunque todavía le restarán después dos años más de contrato con el Celta, que en esta ecuación lo único que consigue es liberar masa salarial.

Ese remanente en el tope impuesto por la LFP no será utilizado por el Celta para contratar a un recambio para el centro del campo, sino que será invertido directamente en el delantero que el Chacho viene reclamando desde la apertura del mercado y que hasta el momento no se ha concretado.

Varios han sido los nombres que han ido apareciendo para esta teórica vacante en los últimos días y ayer saltaron a la palestra dos más: Cenk Tosun, un turco del Everton que finalmente parece que acabará cedido en el Besiktas y Andrea Pianamonti, que no cuenta para el Inter, que además pretende hacer todavía un último movimiento ofensivo además de intentar cerrar a Dzeko, que no continuará en la Roma. Pianamonti fue fichado el pasado verano procedente del Genoa.

Maniobra de riesgo

Pendiente de que las piezas finalmente encajen, la operación que está llevando a cabo el Celta está llena de riesgos a nivel de estructura de plantilla. Para comenzar, el conjunto vigués pierde a su lateral izquierdo titular y pretende cambiarlo por un extremo izquierdo, posición que parecía cubierta con Nolito.

Del mismo modo, Tapia va a quedarse como único pivote defensivo de toda la plantilla, ya que Beltrán da un perfil diferente, algo que se repite con Jordan Holsgrove, el mediocentro del filial que está ahora en la dinámica del primer equipo. La tercera opción pasaría por adelantar la posición de un central. A cambio, el conjunto vigués taparía un hueco que ya se había detectado en el verano, un tercer delantero que pueda dar la alternativa a Santi Mina.

Curiosamente, este puzle tiene dos piezas sobrantes para el staff técnico del Celta, ya que David Costas y Jorge Sáenz continúa en la disciplina del Celta y todo indica que la historia se repetirá el 2 de febrero. En el caso del chapeleiro, la opción de salir parece cerrada al 100 % e igual que hizo en verano, continuará entrenando pero sin contar para el entrenador. En las últimas horas descartó una oferta del Las Palmas.