Una cesión con compra obligada puede acercar a Murillo al Celta

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El colombiano, que seguiría en caso de permanencia, parece decidido a repetir

23 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta sigue siendo la primera opción para Jeison Murillo y la operación para que el cafetero se convierta en futbolista celeste pasa por una cesión con compra obligatoria en caso de permanencia en Primera División. De esa manera la Sampdoria aseguraría la salida del futbolistas, y la posterior venta en un escenario normal, y el conjunto vigués no tendría que afrontar el desembolso de los 10 millones en estos momentos y tendrían un mayor margen para el tope salarial, una de las rémoras de este mercado ya que ha decrecido en 14 millones de euros y complica alguna de las operaciones.

Cuando Murillo se marchó de Vigo lo hizo con voluntad de regresar. En aquel entonces el Celta ya era su primera opción, pero faltaba la negociación entre el conjunto vigués y la Sampdoria, que quiere desprenderse del cafetero pero no a cualquier precio después de pagar 14 millones de euros al Valencia por su fichaje. Desde el comienzo de las negociaciones las cifras se movieron alrededor de los 10 millones, una cantidad que no terminaba de convencer a la Sampdoria y que, por otra parte, suponía un fuerte desembolso para el Celta.

Esta situación provocó que las dos partes estuvieran muy distintes y que la negociación se enfriase por momentos, lo que motivó la aparición en escena de la Real Sociedad, aunque desde el entorno del futbolistas se indicó que nunca hubo una oferta formal del cuadro txuri urdin y que el Celta era el mejor colocado para poder hacerse con el jugador. La Real solo activaría la opción en caso de desprenderse de Diego Llorente.

Con el mercado y el dinero parado en el agosto más atípico, la estrategia del Celta pasa por conseguir cesiones con opción de compra, porque más allá de disponer de una economía saneada que le permite ir al mercado, los célticos tienen que cuadrar sus cuentas y el fair play financiero en un verano en donde parece difícil que vaya a realizar una venta de relieve. Por eso conseguir el préstamo del jugador a cambio de un compromiso de compra parece la mejor opción.

De esta manera los vigueses asumirían la ficha del colombiano y afrontarían un pago por la cesión y a 30 de junio del 2021, si acaba entonces la liga y siguen en Primera División, acometerían el resto del pago, que sería la parte más grande con diferencia. Sería contar con el jugador ya y ganar un año para el pago.

Si finalmente se cierra la operación de Murillo, que ya está entrenando según lo hizo saber en las redes sociales, una pieza de la columna vertebral de la que hablaba el viernes Óscar García Junyent ya estaría ensamblada. Con él incluso se podría dar por cerrado el cuarteto de centrales ya que la situación del Valencia hace difícil que pueda pagar por repescar a Jorge Sáenz. Dando por seguros a Araujo y Aidoo, quedaría por descifrar el futuro de David Costas, que parece más fuera que dentro del conjunto vigués. Ninguna de las dos partes tiene interés en cumplir el contrato que le resta (finaliza el 30 de junio de 2022).

Murillo jugó la temporada pasada 18 partidos, 16 de ellos completos, y le marcó un gol al Alavés. El colombiano volvió a sentirse importante en Vigo después de un año y medio en donde apenas había tenido protagonismo ni en el Valencia, ni en el Barça ni en la Sampdoria. Por eso quiere repetir.