De secundario en el Barça a líder céltico en un año

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

Murillo fue visitante y partió como suplente en la última visita de los culés a Balaídos

26 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un año, el 4 de mayo del 2019, el Barcelona visitaba Balaídos en un partido clave por la permanencia del Celta como lo será el de este sábado. Entre los jugadores del Barça a los que Ernesto Valverde dio minutos ese día estaba uno que en esta ocasión será local y cuya situación desde entonces ha cambiado diametralmente: Jeison Murillo.

Porque el central colombiano jugaba un rol completamente secundario en aquel Barcelona en el que, pese a jugar con los menos habituales, tampoco pudo hacerse un hueco en el once. Sustituyó a Todibo a falta de 67 minutos, convirtiéndose aquel en uno de los dos partidos que disputó en Liga con la camiseta del Barcelona. A eso sumó dos compromisos en Copa con un total de 293 minutos en seis meses como culé entre las dos competiciones.

Murillo había llegado al Barça procedente de un Valencia donde militó temporada y media. Pero tras una primera campaña -la 2017/2018- con bastante protagonismo, las tornas cambiaron para él al curso siguiente. De contar con la confianza de Marcelino y disputar 17 encuentros en su primer año como che pasó a los tres en la segunda, en la que tras verse lastrado por problemas físicos, acabó convertido en descarte habitual. De ahí que cuando le llegó la oportunidad del Barcelona, no lo dudara.

El Barcelona se fijó en el ahora céltico al juntarse con las lesiones de Umtiti y Vermaelen. Convencido de salir del Valencia, Jeison tuvo opciones de México, Turquía, Italia e Inglaterra, pero se decantó por la blaugrana pese a saber la difícil competencia a la que iba a tener que enfrentarse por un puesto.

Finalmente, cerró la temporada con 563 minutos, una cifra que no está lejos de duplicar en apenas seis meses en el Celta (tres de competición en la práctica, por el parón), donde ya acumula 1062. Desde su llegada, ha sido uno de los indiscutibles de Óscar, hasta el punto de que ha sido titular en los doce partidos disputados desde entonces y ha completado once. Su única sustitución fue el pasado fin de semana frente al Alavés, por problemas físicos que superó de inmediato. También en otra ocasión había terminado tocado, pero ha estado disponible siempre y el técnico ha contado con él.

Así, Murillo se ha convertido en el jefe de la defensa céltica. Con experiencia y oficio, tiene también alma de líder y desde el primer día asumió en el vestuario ese rol para el que Óscar le veía capacitado. Además, frente al Alavés anotó el primer gol del partido, rompiendo una sequía personal de más de cuatro años, aparte de la colectiva del equipo.

El defensa llegó a Vigo en calidad de cedido por la Sampdoria, con la que había disputado una decena de partidos. En varias ocasiones ha expresado sentirse a gusto en Vigo, donde se ha reencontrado con Denis y Rafinha. Ahora queda por ver si prolongará su etapa.