Desenlace
Cambios obligados y resistencia en inferioridad
Los problemas físicos condicionaron la recta final, con un Celta mermado primero por la lesión de Araujo (que dejó su sitio a David Costas tras varios minutos renqueante) y después por la salida de Olaza, conmocionado tras un golpe que le impidió seguir cuando Escribá ya había agotado los cambios. Su lesión se produjo en el 88, pero los ocho de añadido se tradujeron en un tiempo de descuento de sufrimiento y agonía para los celestes, que supieron resistir para sumar su primer punto a domicilio.