Forma parte de un complejo de viviendas que la expareja adquirió en Esplugues de Llobregat durante su relación
17 ago 2025 . Actualizado a las 13:05 h.Tres años después de su mediática, tormentosa y dramática ruptura, con canciones venganza e intercambio de reproches e indirectas, Shakira y Gerard Piqué han conseguido alejar un poco más sus caminos. La cantante y el exfutbolista han vendido por fin una de las tres viviendas que compartían en Esplugues de Llobregat, Barcelona, por algo más de tres millones de euros, según adelanta en exclusiva ABC.
Esta mansión, parte de un complejo que adquirieron durante su relación para transformarlo en un gran espacio familiar, fue uno de los hogares más exclusivos de la pareja junto a sus hijos Milan y Sasha, en la que también residieron los padres de la cantante.
El proyecto, iniciado en el 2012 y diseñado por la arquitecta Mireia Admetller, incluía tres casas interconectadas por grandes jardines, piscinas, gimnasio, sala de juegos, estudio de grabación y terrazas con vistas impresionantes, aunque nunca llegó a completarse.
Tras la ruptura y la marcha definitiva de Shakira con los niños a Miami, donde ha iniciado una nueva etapa personal y profesional, la pareja decidió poner a la venta el complejo de 3.800 metros cuadrados. Las otras dos casas continúan a la venta, en un lote conjunto valorado en 10,99 millones de euros, según recoge el diario.
La venta, que se ha desarrollado de manera privada sin anuncios en portales o agencias, no ha sido sencilla, pues la artista colombiana se ha mantenido firme en el propósito de no rebajar el precio de la propiedad, mientras Piqué presionaba para deshacerse de las viviendas y así poder instalarse con Clara Chía en otro lugar.
El desacuerdo por el precio —Shakira pedía hasta 12 millones de euros y el exfutbolista aceptaba rebajas que lo situaban entre 6 y 10 millones— ha generado tensiones y retrasos en las negociaciones.
La mansión ha sido escenario de momentos clave en la vida de ambos y sus hijos, así como de la última etapa, marcada por la crisis matrimonial, los rumores y la prensa. La operación cierra un capítulo para la cantante y el exjugador, que continúan repartiendo su patrimonio y rehaciendo sus vidas por separado.