A Meghan Markle ya le llaman «Me-Gain» ('yo gano')

Martín Bastos

GENTE

Toby Melville | reuters

Las últimas noticias sobre la esposa del príncipe Harry vuelven a incidir en su mal genio, en su poca capacidad de adaptación y en lo mucho que controla a su marido

01 abr 2019 . Actualizado a las 12:53 h.

Meghan Markle no levanta cabeza, no hay tregua ni siquiera cuando está cerca ya el momento de dar a luz a su bebé. La mujer del príncipe Harry, haga lo que haga, cae en la red de ese grupo de personas que están deseando hacerle la vida imposible. No sé cuántas veces he contado aquí que la tensión entre ella y su cuñada, Kate Middleton, se corta a cientos de kilómetros de distancia, que a la reina Isabel no le gustó nada que hiciera la baby shower en Nueva York -y sobre todo que se fuera en avión privado-, que a su regreso, en la última recepción con Carlos y Camila, se notaba que Meghan Markle y Harry estaban en un muy segundo plano... Han sido muchísimos los rumores alrededor de su embarazo, se especuló con que está esperando gemelos, que si tiene mucha barriga, que si se casó ya en estado; da igual lo que le pase a Meghan Markle que a la mujer no la dejan en paz.

Las últimas noticias sobre ella vuelven a incidir en su mal genio, en su poca capacidad de adaptación y en lo mucho que controla a su marido. Los medios británicos la apodaron, por ese fuerte carácter, la duquesa difícil, pero ahora parece que ya le han puesto un nuevo mote. Meghan Markle es Me-Gain (jugando con la pronunciación de su nombre), un mote que traducido vendría a ser ‘Yo gano’. Una manera de constatar la personalidad de la exactriz que, según dan a entender desde el Reino Unido, consigue todo lo que se propone.

A esto no ha ayudado, precisamente, el cúmulo de dimisiones de su personal. Primero fue su asistente Melissa Touabti, después la secretaria personal de la pareja, Samantha Cohen (después de 17 años al servicio de los Windsor), y posteriormente también abandonó su puesto una guardaespaldas. En concreto, la jefa de protección del príncipe Harry y la duquesa de Sussex, una inspectora no identificada por motivos de seguridad, que fue la primera mujer en desempeñar la función de jefa de seguridad de un miembro de la familia real británica. Ahí es nada. Estos hechos, como es lógico, han llamado mucho la atención de los medios, que relacionan el difícil carácter que algunos achacan a la duquesa de Sussex con tantas bajas a su alrededor.

Las dificultades de adaptación no han sido ajenas a nadie y su amigo George Clooney ha salido en su defensa, comparando su acoso con el que sufrió Lady Di. Claro que Meghan Markle tampoco ha acertado mucho, cuando había transcurrido poco tiempo desde su matrimonio le confió al escritor y biógrafo de Lady Di, Andrew Morton, que se sentía «exhausta». No son pocos los que ven una similitud con su suegra, aunque hay una gran diferencia: Meghan Markle es Me-Gain.

CARLOTA JUNTO A DIMITRI

El Baile de la Rosa. El distanciamiento de la hija de Carolina de Mónaco con su pareja, Dimitri Rassam, ha quedado atrás. Felices, rodeados de toda su familia, acudieron juntos al esperadísimo Baile de la Rosa, que se celebró el sábado en Montecarlo. Después de casi dos años de relación y un hijo en común, parece que se han dado una nueva oportunidad y han puesto fin a los malos rollos. Para demostrarlo, se rodearon de todos sus seres queridos, incluida la madre del joven, la actriz y modelo Carole Bouquet, que posó con su amiga y consuegra, Carolina, y el príncipe Alberto.

A juzgar por las imágenes, de todas maneras, no se las ve muy sonrientes que digamos. La prensa achacó esta tristeza de Carolina al fallecimiento de su amigo Karl Lagerfeld, que siempre la acompañaba en esta mágica noche. En homenaje al diseñador, ella lució un maravilloso traje negro de Chanel con una cascada en rosa en un lateral.

La única que no estaba, y a la que ya parece que no echaron mucho de menos es Charlene, la mujer de Alberto. ¿Dónde andará?