«Los vinos se huelen, se beben, se escuchan y se pueden llegar a sentir», aseguró el sumiller catalán
14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Como una estrella. Así entró en el recinto de Expocoruña el sumiller catalán Josep Roca. Con la maleta todavía en la mano, tuvo que atender a varios asistentes que buscaban la instantánea. Solo los jugadores del Dépor pudieron hacerle -si acaso- algo de sombra al responsable de la bodega de El Celler de Can Roca. El gerundense acudía al Fórum Gastronómico para que cuarenta privilegiados se planteasen las similitudes y diferencias entre el albariño y el Riesling.
En la actualidad, el reconocido restaurante catalán tiene en su carta 55 blancos y 45 tintos gallegos, que «es probable que, tras esta visita, se incremente esa cifra en diez más», aseguraba el sumiller durante el transcurso de la cata de vinos. Un acto que condujo a la perfección entre lo técnico y lo poético, tratando de destripar cada característica de estas variedades. «Los vinos se huelen, se beben, se escuchan y se pueden llegar a sentir», afirmaba Josep Roca, que se atrevía a citar a Álvaro Cunqueiro al referirse al nacimiento del albariño. En apenas minutos, el sumiller se había metido en el bolsillo al pequeño auditorio, repasando la historia de Can Roca y los orígenes del Riesling y del albariño.
Sobre el blanco gallego, abrió el debate sobre la creación de una escuela de viticultores en Galicia: «Hay todavía mucho para reflexionar sobre esta variedad. Os animo a seguir tratándolo y mimándolo. Galicia se merece una escuela, y el albariño la necesita». También lamentó el catalán la falta de documentación acerca de esta variedad: «No hay tanto escrito como sobre el Riesling. Sumilleres y demás expertos, tenéis trabajo por delante».
Fueron pasando las copas, servidas por alumnos de hostelería -llegando alguno de los cristales a sufrir el nerviosismo del que tiene a uno de sus ídolos a escasos metros de distancia-, mientras Josep Roca disertaba sobre la comida y el vino, la extrema necesidad de acertar con la combinación de ambos.
Última jornada
El Fórum Gastronómico de A Coruña cerrará esta tarde sus puertas, después de tres multitudinarias jornadas cargadas de rostros conocidos e innumerables sabores y productos de todos los rincones del globo. El día comenzará con una ponencia de jóvenes cocineros gallegos, como Fernando Agrasar, de As Garzas, en Malpica, que disertará sobre la importancia de la lonja tradicional. Continuará -después de la exhibición de ayer de Henrique Sá Pessoa- el ciclo dedicado a la gastronomía portuguesa, con Alexandre Silva, del restaurante lisboeta Loco. También habrá tiempo para la repostería, de la mano de Amandine Finger, de Le Cordon Bleu. Si ayer fue el turno de la carne, hoy el pescado es el protagonista del monográfico, que contará con expertos como Hideki Matsuhisha, Andrés Medici, Sasha Hormaechea y Víctor Bossecker, entre otros.