¿Habrá también elecciones autonómicas en Galicia en el 2023?

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Alfonso Rueda, en la zona ajardinada de San Caetano, esta semana.
Alfonso Rueda, en la zona ajardinada de San Caetano, esta semana. PACO RODRÍGUEZ

Sectores del PP se inclinan por que Rueda adelante los comicios y los haga coincidir generales y gallegas, una apuesta con detractores en el partido

24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De puertas hacia fuera, la prudencia le lleva a decir repetidamente, a quien quiera preguntarle, que las elecciones serán cuando toque, que no tiene ninguna intención de adelantarlas. Que en Galicia hay estabilidad, y que no está en la agenda. Pero de puertas hacia dentro, Alfonso Rueda lleva tiempo escuchando si no será mejor hacer coincidir las elecciones generales del 2023, que deberán ser, como tarde, en diciembre, con las gallegas, que tendrán que llegar, como tope, en el verano del 2024.

Parece una cuestión menor, pero el debate tiene muchas aristas y se ha instalado en la agenda del PP. Si cuaja puede provocar que en el año que empezará en apenas una semana los gallegos tengan que votar cuatro veces: en las municipales de mayo, en las del Congreso y Senado de fin de año, y en unas autonómicas a la vez que estas. «Si me pidiera opinión, yo le diría que las hiciera coincidir, sin duda». «Si me la pide a mí, le diría que es difícil justificar ese adelanto, parecería supeditarnos a Madrid, se entendería mal». Esas dos frases corresponden a dos cargos intermedios de la Xunta, con miradas diferentes sobre el calendario electoral.

¿Qué argumentos hay a favor? El principal, el arrastre del efecto Feijoo entre el electorado gallego. El sector del PP que se inclina por el adelanto entiende que el apoyo que se dará al expresidente gallego para que llegue a la Moncloa se replicaría en las urnas de unas autonómicas dispuestas a la par. «Eso revelaría que Rueda está débil, que tiene que dejarse acompañar por Feijoo, es munición electoral para nosotros», admite un cargo socialista.

Ese es el principal argumento en contra: la imagen de dependencia de Alberto Núñez Feijoo. Sucede que si este es finalmente presidente de España, la Xunta se puede encontrar con otro problema hasta la convocatoria electoral autonómica del 2024: cómo relacionarse con la Moncloa. Si Feijoo deja en un cajón compromisos del Gobierno central con Galicia —porque tendrá más territorios que atender—, el gabinete de Rueda tendría que decidir qué hacer: asumirlo o mantener el tono bronco que ahora hay contra Pedro Sánchez. Y eso también puede pesar en la elección.

Hay otro argumento para los que creen en el adelanto: si se da por segura una victoria del PP en las generales, y hay un gallego al frente del Consejo de Ministros, el efecto arrastre podría llegar hasta las gallegas. «Si Feijoo es presidente, ya podemos ponernos como queramos, que va a estar casi imposible», admiten en privado, y coincidentes, tanto un dirigente de la oposición como un miembro gubernamental en Madrid. ¿Pero y si repite Sánchez? Más incógnitas a tener en cuenta.

Hay otro escenario: una repetición electoral de unas generales, como ya sucedió en el 2019. Ahí sí podría darse la coincidencia con más justificación; sería un adelanto técnico, de unos tres meses.

Existen otros elementos en el calendario: las europeas del 2024. Tiene su miga. Si las gallegas coinciden con estas, que serán entre mayo y junio, al BNG se le puede poner en una tesitura complicada que rompa con la imagen de moderación que ha querido ir trasladando Ana Pontón. Porque el cartel del Bloque para esas elecciones europeas podría ser en alianza con Esquerra Republicana de Cataluña y Bildu, dos partidos que piden abiertamente la independencia, un mantra que ha arrinconado el Bloque para intentar crecer electoralmente.

Pero antes de que se despeje ese calendario quedará una cita relevante: las municipales de mayo. Serán los primeros comicios con Rueda como primera cabeza del PPdeG, y todo lo que no sea crecer y recuperar alguna alcaldía urbana sonará a fiasco. Y obligará a tomar decisiones.