Inés Rey, Marina Ortega, Carmela Silva, José Tomé y Pablo Arangüena son los cinco socialistas gallegos que entran en el máximo órgano del partido
18 oct 2021 . Actualizado a las 09:27 h.Andalucía regresa del 40 Congreso Federal del PSOE celebrado en Valencia sentando a siete representantes en la ejecutiva federal, algunos de ellos en puestos tan relevantes como el de portavoz, Felipe Sicilia, o el de secretario de política municipal, Rodríguez de Celis. Madrid logra seis asientos; Castilla y León y la Comunidad Valenciana obtienen cuatro cada una, y el PSC se queda con tres. En cambio, Galicia solo revalida la única plaza que tenía, la que ocupaba Pilar Cancela, secretaria de Estado de Cooperación Internacional, quedando así relegada a posiciones que ocupan las comunidades uniprovinciales y con la misma capacidad de influencia que la que pueden tener Murcia, Melilla o La Rioja.
La división de partida con la que el PSdeG acudió al cónclave federal, con sus 59 delegados tomando posiciones bien en torno a Gonzalo Caballero o bien con Valentín González Formoso, que en quince días competirán en primarias por el liderazgo del partido, no contribuyó a que Galicia se plantara en Valencia con una posición única y perfiles indiscutibles para engrosar la ejecutiva de Pedro Sánchez.
Lo conseguido en el 2008 puede tardar años en repetirse. En la última etapa de Zapatero al frente del PSOE, no solo parecían reproducirse por esporas los ministros gallegos en el Gobierno (Elena Salgado, José Blanco, Francisco Caamaño y Elena Espinosa, a los que hay que añadir a César Antonio Molina hasta el 2009), sino que esa influencia tuvo su reflejo a nivel orgánico en el 37 Congreso Federal, cuando coincidieron con plaza en Ferraz un José Blanco ascendido a vicesecretario general, el alcalde compostelano Sánchez Bugallo y la viguesa Carmela Silva, entonces portavoz en el Senado.
El caso es que Galicia es la quinta comunidad en población y la sexta del PSOE en número de militantes, por detrás de Andalucía, Valencia, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha. Pero eso no ha pesado a la hora de componer la ejecutiva federal, donde hay territorios uniprovinciales como Asturias o Navarra, que, pese a tener un solo representante en Ferraz, logran más poder cualitativo, pues en el primer caso se trata de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y en el segundo, del secretario de organización, Santos Cerdán.
Con el pescado ya vendido en la ejecutiva, el PSdeG apuró la negociación de la noche del sábado para intentar reequilibrar su peso en el máximo órgano del PSOE: el comité federal. Un tercio de sus representantes, 107 personas, fueron elegidos en Valencia, y de ellos cinco son gallegos: Inés Rey, la alcaldesa de A Coruña; José Tomé, presidente de la Diputación de Lugo; los diputados autonómicos Marina Ortega y Pablo Arangüena, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.
Dos nombres por candidato
Los dos candidatos a las primarias del PSdeG, Gonzalo Caballero y González Formoso, consiguieron colocar cada uno dos nombres en el comité federal, lo que denota que Ferraz ha optado por mantener una aparente neutralidad en relación con el proceso interno de Galicia, después de que Pedro Sánchez revalidara en la ejecutiva a Pilar Cancela, número dos del PSdeG en la etapa de Besteiro y que en las primarias está posicionada abiertamente con el alcalde de As Pontes.
A propuesta de Gonzalo Caballero entran en el comité Marina Ortega y Pablo Arangüena, aunque el secretario xeral en funciones reivindica que también promocionó al presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, y a su homóloga de Pontevedra, Carmela Silva.
Esta versión, sin embargo, difiere de la ofrecida por el equipo de Formoso y las fuentes consultadas en Ferraz, que afirman que Tomé logró la plaza por petición expresa del alcalde de As Pontes, que selló así la alianza entre las dos provincias del norte de cara a las primarias gallegas, alianza que fraguó José Ramón Gómez Besteiro. La mediación del exlíder del PSdeG, que mantiene intacta su influencia en Ferraz y el hilo directo con Pedro Sánchez, también fue crucial para catapultar a Inés Rey al comité federal, mientras que Silva habría entrado por el peso específico que tiene la potente agrupación de Vigo, que también revalida a Abel Caballero como miembro nato de la ejecutiva por presidir la FEMP.
Concluido el congreso, Gonzalo Caballero reivindicó la «plena sintonía» que la dirección del PSdeG mantuvo con Pedro Sánchez, mientras Formoso se mostró pletórico por la reelección de Cancela y resaltó que el ejercicio de unidad interna vivido en Valencia es algo que lo anima a intentar hacer lo propio en Galicia.