Al menos siete detenidos y 560 kilos de cocaína decomisados en la operación contra una organización arousana en Ribadeo

javier romero / S. C. VIGO / RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

Pepa Losada

La Guardia Civil sitúa a Gerardo Rial, ya condenado por narcotráfico hace una década, como líder

03 nov 2020 . Actualizado a las 13:20 h.

Gerardo Rial Iglesias cayó ayer en Ribadeo al lado de 560 kilos de cocaína. Junto a él, en un chalé alquilado, dos ciudadanos de nacionalidad albanesa y tres gallegos de O Salnés. Pero, más allá de la incautación, a ojos del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) en Galicia de la Guardia Civil, el operativo supone un gran éxito por la entidad que atribuye a Rial, hermano de un arousano que durante años fue investigado por narcotráfico pero que nunca llegó a ser condenado y al que se conoce por el apodo familiar, el Pastelero. Gerardo Rial sí cumplió ya condena por narcotráfico y hace mucho que estaba en el punto de mira policial.

Por ahora no ha trascendido el método utilizado para descargar el alijo en la costa lucense. Sí se sabe que el chalé alquilado y utilizado para almacenarlo se ubica en la parroquia de Piñeira, orientada al mar y casi al lado de la ría de Ribadeo. El visible operativo, que contó con la ayuda de miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) desplazados desde Madrid, trascendió a primera hora de la tarde. Decenas de agentes, apoyados por un helicóptero, hicieron varias detenciones en una rotonda a la salida de la villa, por la carretera de la costa.

Agentes desplazados a Ribadeo para arrestar a los investigados.
Agentes desplazados a Ribadeo para arrestar a los investigados.

El siguiente escenario se ubicó en la casa alquilada, donde echaron abajo una puerta para entrar. Dentro encontraron dinero en efectivo y los 560 kilos de coca, con un valor de mercado aproximado de 18 millones de euros. El operativo, ya pasadas las 21.00 horas, se desplazó al epicentro geográfico de esta operación dirigida por la Audiencia Nacional: Vilagarcía de Arousa. Esta localidad fue escenario desde primera hora de la noche de varios registros que proseguían al cierre de esta edición.

Hasta ese momento, el número de detenidos se elevaba a siete, aunque no se descarta que hubiera más arrestos. El número de registros tampoco ha trascendido aún, aunque se sabe que fueron numerosos. Entre los detenidos, a ojos de sus captores, destaca, además de Gerardo Rial, otro vecino de la capital arousana. Es propietario de un desguace de coches en esta villa y su papel podría estar más relacionado con el lavado de dinero que directamente con la operativa necesaria para negociar e importar la mercancía, descargarla, almacenarla y, ya al final, transportarla por carretera hasta el destino pactado. La misma tesis policial sitúa en Arousa el destino de la coca.

El operativo, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, implicó un altercado con dos de los arrestados, que habrían usado toda su fuerza para evitar acabar esposados. Según parece, ambos terminaron necesitando asistencia médica. Pero, más allá de la media tonelada de cocaína retirada del mercado, el desmantelamiento de una organización considerada tan fuerte supone para el ECO Galicia cerrar un año de éxito que empezó localizando el primer narcosubmarino capturado en Europa, y siguió la semana pasada con la caída de una organización holandesa que operaba en Galicia a través de Marín.

El alijo iría dentro de un coche subido a una grúa, simulando estar estropeado

Los 560 kilos de cocaína sudamericana decomisados en A Mariña tenían su destino final en algún punto de O Salnés. Allí, una vez almacenados para separarlos en partidas más pequeñas, se distribuirían por Galicia y España. Posiblemente los dos detenidos de nacionalidad serbia también cobrarían en especies. Pero con la coca ya almacenada en Ribadeo, el gran problema pasaba por trasladarla durante más de 230 kilómetros hasta O Salnés. El plan diseñado, a ojos de los agentes, pasaba por introducir los paquetes de cocaína un coche que, a su vez, se subía a una grúa para mover vehículos averiados. Esa era la presunta pantalla que los acusados de importar media tonelada de coca utilizarían de no haber visto interrumpidos sus planes a la fuerza. Ahora, dado que la investigación está judicializada en la Audiencia Nacional, se espera que todos los investigados pasen a disposición judicial en Madrid.