Ana Pontón cuenta con tres consejeros de cabecera. Son la filóloga Goretti Sanmartín, concejala en Compostela, y Rubén Cela, entregado de lleno al BNG tras dejar la vida municipal. Son dos voces sensatas y prudentes que están moldeando la figura política de la líder nacionalista, de cuya imagen y comunicación cuida más que nadie otro filólogo, Xavier Campos.
Buscar referentes de peso interno en el mundo de las mareas es más laberíntico. En buena medida, su desmembramiento ha tenido que ver con la ausencia de una figura aglutinadora que estuviera por detrás del jefe de filas pero por encima de los intereses partidistas. Nunca dieron con un fontanero sin ataduras asamblearias que se manchase las manos por ellos. Y esa es, al final, la misión del jefe de gabinete, en la ficción y en la realidad.