Galicia aún no obliga a instalar desfibriladores en colegios e institutos

GALICIA

JOSE MANUEL CASAL

La Confederación de Anpas lamenta la escasa presencia de estos equipos en los centros y pide apoyo para colocar más

06 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A pesar de que Galicia fue pionera al regular en el año 2000 el uso de los llamados Desfibriladores Semiautomáticos Externos (DESA) por parte del personal no médico, así como la formación del mismo, a día de hoy la comunidad se ha quedado atrás a la hora de legislar sobre la instalación de estos equipos fuera del ámbito sanitario.

Un decreto de marzo del 2017 regula los pasos a seguir para contar con uno de estos dispositivos, que deben estar dados de alta con sus correspondientes coordenadas geográficas para poder ser incluidos en el registro de recursos de la Fundación Pública de Urxencias Sanitarias de Galicia - 061. Y aunque la norma recomienda la instalación de desfibriladores en espacios como las instalaciones deportivas, los centros comerciales, las estaciones de autobús y ferrocarril o los centros educativos, no hay obligación de hacerlo en ningún caso. Un paso que sí han dado otras comunidades que ya se consideran territorios cardioprotegidos.

En el caso de Aragón o Madrid, es obligatorio que todos los centros escolares y educativos cuenten con estos dispositivos de descarga eléctrica que permiten restaurar el ritmo cardíaco ante una parada como la que sufrió el lunes un alumno de un instituto de Burela.

En otras autonomías como Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Navarra o Extremadura, la instalación de desfibriladores es preceptiva en los centros que superen determinado número de alumnos (más de 2.000 en el caso vasco, el más laxo, y por encima de 500 en el extremeño, el más restrictivo). Curiosamente, en otras comunidades que sí han regulado la obligatoriedad de estos aparatos como son Asturias y Andalucía no se incluye a colegios e institutos entre los lugares donde son imprescindibles.

«Estamos muy por detrás»

La Confederación Galega de Anpas de Centros Públicos (Confapa) critica la situación. «Estamos muy por detrás de otras autonomías», lamenta su presidente Rogelio Carballo, que asegura que son pocos los centros que cuentan con una herramienta que puede ser fundamental para salvar vidas. «É importante contar con estes aparatos intelixentes, tan sinxelos que ata un neno podería usalos seguindo as súas instrucións», señala.

Desde Confapa llevan tiempo intentando introducir estas herramientas en los colegios a través de financiación privada: «Pero é moi complicado. Non é un material precisamente barato pero ¿como poñerlle prezo á vida dun rapaz?», reflexiona Carballo. Y censura que, de momento, tampoco sea obligatoria su colocación en instalaciones deportivas.